Alonso-Verstappen, duelo de gigantes en Mónaco

Solo 84 milésimas de separación entre ambos en dos vueltas espectaculares que prometen emoción en la prueba más emblemática de la Fórmula 1. Mónaco y sus calles peligrosas en las que un error se paga con la derrota.

Alonso resumió sus sensaciones antes de la carrera: «Cuando me dijeron que era primero y solo faltaban Tsunoda y Max, sabía que podía quedar segundo».

«Estuve cerca de la pole, pero estoy feliz, teníamos preocupaciones con nuestro rendimiento los sábados, porque somos muy buenos en degradación los domingos, pero es difícil calentar el neumático en circuitos urbanos para la clasificación. Y empezamos en primera fila en Mónaco», añadió el asturiano.

Hacía tiempo que una Q3 no ofrecía una emoción tan apabullante, alternativas tan brillantes y un resultado tan esperanzador para Alonso. Durante minutos, el asturiano fue primero y Carlos Sainz segundo, brillantes los dos españoles.

Igualmente brillante fue el rendimiento del Alpine, con Esteban Ocon en pole provisional durante algunos instantes para sorpresa general. La pasión de Alonso se lo llevó por delante, autoritario el español que ya acariciaba el primer puesto, sin errores, como una máquina perfecta. Pero quedaba Verstappen, el líder de esta generación, piloto superlativo, genial casi siempre, sin fallos. Así se merendó la emoción de la tarde, por nada, 84 milésimas dejó a Alonso sin la pole 23 de su vida.

No hubo decepción en el español, sino todo lo contrario. Así lo expresó por la radio de su equipo: «Bien hecho chicos, no estéis decepcionados, esto es mágico... Hace dos meses si pensamos en esto... bien hecho a todos».

Alonso no descarta el triunfo y también es cauto. Muchos años de experiencia. «Veremos si puedo pelear por la victoria. Es una carrera larga. No será fácil tener oportunidades de adelantamiento, es Mónaco, pero la carrera es exigente con el coche, la caja de cambios, los frenos, todo aquello que hay que tener en cuenta en 78 vueltas. Si hay una oportunidad, iremos a por ella».