Ferrari, el sábado leones y el domingo perdedores

La crisis que se abrió desde aquel momento perjudicó a la escudería de Maranello , que improvisamente pasó de ser el coche puntero del Mundial a acentuar los problemas de fiabilidad de sus motores. En Mónaco se registraron diferentes situaciones adversas en la escudería, pero ningún problema de propulsor involucró a los coches. El domingo pasado se registró el suceso que hizo alarmar a Mattia Binotto , el team principal de Ferrari y a todos los motorizados. El doble retiro de Leclerc y Sainz, junto al Haas de Kevin Magnussen y al Alfa Romeo de Zhou fueron marcados por problemas en el motor.

El único que, según comunicó Ferrari, no sufrió el mismo contratiempo fue el español Carlos Sainz que fue perjudicado por una fallo hidráulico. La grieta enorme que se abrió obligó a cuatros motorizados Ferrari a terminar la carrera antes de lo debido. Charles Leclerc, que antes de que se subrayasen todos esos contratiempos estaba en la cima de la clasificación, ahora se encuentra en la tercera plaza, superado por el holandés Verstappen y su compañero de escudería Sergio Pérez.

El aumento de caballos de la unidad de potencia ha permitido a Ferrari dominar casi la totalidad de las clasificaciones del sábado durante el campeonato. Leclerc, en las ochos carreras de este año, conquistó seis pole positions y sobre todo en todas las carreras salió desde la primera fila. Si el sábado demostraron una potencia dominante en la pista, Ferrari no logró obtener el mismo resultado en los días del Gran Premio.

Los domingos 'las balas rojas' siempre se demostraron menos fiables, antes por errores individuales (accidentes o salidas), y en este tramo de temporada a causa de los problemas de motor. El team principal de Ferrari declaró a los micrófonos de Sky Sport los evidentes problemas que surgieron en Bakú: «Dos retiros así nos penalizan. La estrategia es buena pero tenemos un problema real de fiabilidad. Con el aumento de potencia al motor perdimos en fiabilidad».

Binotto se sinceró sobre los ajustes que se podrán actuar para los próximos Gran Premios: «Prestación y fiabilidad deben ser perfectas. Canadá es poco y analizaremos los problemas pero no podremos corregirlos rápidamente, trataremos de añadir nuevos componentes y después actuaremos». Los arreglos de la escudería italiana serán indicados a un trabajo específico en la fiabilidad del coche, aunque esto le pueda costar penalizaciones a causa de cambios de piezas fundamentales. El mismo Leclerc declaró que está discutiendo con el team cuando será mejor tomar la penalidad a causa de la ruptura del tercer turbo de la temporada.

La llegada a la mitad del campeonato pone en alarma a los equipos y Ferrari busca resolver sus fallos al motor. Un coche con potencial de ganar el Mundial está luchando contra el tiempo para encontrar una solución y evitar que la sequía sin títulos (desde 2007, con Raikkonen) siga otro año más.