Rosberg gobierna en Mónaco

La cruz de la jornada fue para Fernando Alonso . El asturiano terminó séptimo después de una mala carrera en la que no pudo hacer frente a sus principales rivales por el título y en la que terminó siendo adelantado por Sergio Pérez, Adrian Sutil y Jenson Button.

Con este resultado Alonso permanece en la tercera posición del campeonato, aunque a mayor distancia. El español se encuentra ahora a 29 puntos de Sebastian Vettel, que se mantiene como líder del Mundial.

Dos carreras diferentes

La salida del gran premio fue limpia y las primeras treinta vueltas transcurrieron sin apenas movimiento. Rosberg aguantó la primera posición cómodamente escoltado por Hamilton y con los dos Red Bull a continuación. Hubo un tímido intento de Vettel de superar al inglés al inicio de la prueba, pero con el transcurrir de las vueltas las posiciones se estabilizaron. Tampoco Alonso podía con Raikkonen en la lucha por la quinta plaza. Al contrario, el español estuvo más pendiente del McLaren de Button, que en algún momento le llegó a presionar e incluso ambos monoplazas se tocaron en Loews.

El decorado cambió ligeramente tras el accidente de Massa en la vuelta 30. En un fin de semana para olvidar el brasileño perdió el control de su Ferrari en la entrada a Santa Devota e impactó contra las vallas. Estuvo varios minutos atendido por los médicos, pero por fortuna el de Sao Paulo salió ileso.

Con el Ferrari fuera de combate entró el coche de seguridad, y el peor parado fue Mercedes. La escudería alemana tuvo que meter a sus dos coches en boxes a la vez para cambiar neumáticos, y cuando se reincorporaron Hamilton había perdido la posición con los dos Red Bull.

Por detrás, Alonso se encontró de nuevo con los McLaren ofreciéndole batalla. Sergio Pérez estuvo a punto de adelantarle en la nueva chicane después de hacer lo mismo con Button en la vuelta anterior. Alonso recortó la pista para evitar el adelantamiento, por lo que poco después tuvo que cederle la sexta posición.

Un nuevo accidente entre el Marussia de Max Chilton y el Williams de Pastor Maldonado, en el que el venezolano acabó impactando de forma brutal contra las barreras, obligó a detener la carrera. Bandera roja y todos los pilotos de nuevo formando en la parrilla. Faltaban aún 33 vueltas de carrera, pero no sería la última interrupción.

El coche de seguridad salió una tercera vez a causa de un toque entre el Toro Rosso de Ricciardo y el Lotus de Grosjean. Para entonces Alonso ya había perdido la séptima plaza tras ser adelantado por Sutil en la horquilla de Loews , una maniobra calcada a la que el alemán le había hecho a Button solo dos vueltas antes.

Pasaban ya más de dos horas desde que se encendiera el semáforo verde por primera vez, pero esta última interrupción volvió a reagrupar al pelotón y regresaron las hostilidades. Raikkonen y Pérez quedaron eliminados tras tocarse en la nueva chicane, pero eso solo le valió a Alonso para ganar una posición, porque inmediatamente después el Ferrari sucumbió también ante el McLaren de Button.