Una disculpa tras 50 años de espera: «Aquella sanción de la Federación de Atletismo fue absurda, injustificada y tremendamente cruel»
La RFEA pedirá perdón a los 'sancionados de 1973', a los que se castigó y cortó su carrera por reclamar mejores condiciones para preparar la Universiada de Moscú
La chapuza sin resolver de la Ley del Deporte
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónRaúl Chapado, actual presidente de la Federación de Atletismo, se ha decidido a actuar. Se reunió con ellos la pasada primavera y prepara actos de desagravio que borren el castigo. Tristemente, uno de ellos, Francisco Morera, mediofondista, ya ha fallecido. El resto ... cuenta con más de 70 años de edad y ha recibido en su mayoría la noticia con satisfacción, serenidad y una sensación de que, aunque hayan transcurrido 50 años, se les ha hecho justicia. La actuación de Javier Arqués, abogado y uno de los velocistas más importantes de la historia, ha sido decisiva en el avance de este reconocimiento y desagravio a los sancionados. Un homenaje que el atletismo español tenía pendiente.
Hay de todo en el grupo de nueve sancionados. Tres, Manolo Carballo, Pedro Carda y Paco García López, eran velocistas, componentes de aquel mágico relevo de 4x100 metros que en Munich'72 plantó cara a los esprinters USA. Otros dos eran lanzadores, el jabalinista Gonzalo Juliani y el martillista José Alcántara. El obstaculista Julio Gude, el mediofondista Isidro Solórzano y el vallista Manuel Soriano completan el grupo de deportistas cuya trayectoria quedó segada por la sanción de agosto del 73.
«Aquella fue una decisión injusta y desproporcionada», recuerda Solórzano, campeón de España de 800 metros precisamente aquel año de 1973. «Se cargaron de un plumazo la carrera deportiva de los mejores atletas del momento, sin importarles su esfuerzo y dedicación al atletismo de muchos años. Y creo que lo peor fue que la Federación de Atletismo fue incapaz de enfrentarse a otros organismos como la Federación de Deporte Universitario. No nos defendieron».
Pedro Carda, cirujano y plusmarquista nacional de 4x100 metros, ve todo aquello con perspectiva. «Hombre, no es lo mismo tener 25 años que 75, que son los que tengo ahora», recuerda el velocista. «Aquello fue una metedura de pata de aquellos directivos, sin rigor ni base legal alguna. De hecho, no nos comunicaron nada por escrito. En aquellos años el atletismo estaba cambiando, había aparecido un grupo de atletas de élite que nos acercábamos por primera vez al nivel de otros países.
Pero mientras el atletismo cambiaba, la Federación de Deporte Universitario estaba muy anclada en el antiguo régimen, dependían del Movimiento y del SEU. En realidad, no estaban preparados ni sabían cómo tratar a atletas de élite. Y encima, la Universiada era en la Unión Soviética. Había un tema político y la Federación de Atletismo se vio obligada a castigarnos porque era gente designada a dedo por el régimen. Cavero se portó muy mal, nos dejó colgados».
Manolo Carballo, explusmarquista nacional de los 100 metros, lo recuerda todo como si no hubiera pasado medio siglo. «Fuimos sancionados de una forma increíblemente absurda, injustificada y tremendamente cruel. Estábamos concentrados en el Hotel Don Quijote de Madrid, con una alimentación precaria y sin poder acudir a las pistas a entrenarnos. La sanción tuvo como consecuencia que toda una década de preparación, en la que habíamos aplazado nuestros estudios, se iba a la basura de golpe».
«Restituir nuestro honor»
Carballo, que reside en San Lorenzo de El Escorial y trabaja como entrenador de atletismo, vive este momento con una mezcla de amargura y agradecimiento. «Nadie nos devolverá aquellos años, que eran los mejores para nuestro rendimiento atlético. Al menos ahora, con esta acción de la Federación Española, quedará reconocida para el futuro aquella injusticia que nunca debió ocurrir. Es positivo que podamos reivindicar nuestra inocencia y restituir nuestro honor».
No todos los afectados están satisfechos con el desagravio que ha iniciado la Federación. José Alcántara, explusmarquista de lanzamiento de martillo, se muestra muy dolido. «Yo fui víctima del franquismo: esta sanción me dejó descolocado y tuve que buscarme la vida. Dejé el atletismo y comencé a jugar al rugby. Fui convocado por la selección y, entonces, hubo una llamada de la Federación de atletismo a la de rugby para vetarme. Y no pude jugar con la selección». Una vez cumplida la sanción, Alcántara, a quien también prohibieron dar clases de Educación Física, volvió a competir. El algecireño, quien hoy cuenta 78 años, volvió a batir el récord de España. Fue su venganza.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete