El despegue del béisbol español: «Hemos aprovechado el impulso del flujo migratorio»

«Para estos jugadores, salir de España hacia otras ligas es su oportunidad de vivir del béisbol»

Nelson Prada

Mánager de la selección española

Lisarri, bombero de profesión y olímpico en Barcelona 92, también admite la importancia que en este triunfo ha tenido la inmigración. «Hemos aprovechado el impulso que nos ha dado el flujo migratorio de los países latinoamericanos en las últimas décadas». No hay más que mirar los nombres de los internacionales (Omar Hernández, Engel Beltré o Wander Encarnación) para descubrir las raíces cubanas, dominicanas o venezolanas en el equipo. «Tenemos un poquito de todo. Hay jugadores que no se han formado en España pero que tienen la doble nacionalidad, hijos de inmigrantes que sí han nacido y se han formado en nuestro país, otros de padres españoles... Hay veteranos que han sido profesionales al más alto nivel y jóvenes que andan en esa búsqueda. La clave de todo es que tenemos un staff que ha hecho un grandísimo trabajo y que ha cohesionado todas esas realidades diferentes».

Al frente de ese cuerpo técnico está Nelson Prada, mánager venezolano con 25 años de experiencias en las ligas estadounidenses. Primero en los Twins de Minnesota, luego en los Phillies de Philadelphia y, ahora, en los Marlins de Miami. A la selección llegó hace tres años. «Cuando aterricé en España el equipo estaba formado y ya era bastante bueno. Había experiencia, y parte de mi trabajo ha sido buscar nuevos talentos para poder incorporarlos poco a poco. Aportar sangre joven y nuevos peloteros».

Prada ha podido reclutar varios internacionales en la Spanish Baseball League, en la que participan once equipos, pero otros muchos se han tenido que desplazar a la sede del Europeo desde otras muchas latitudes. «Hay jugadores en las ligas menores de Estados Unidos, en Venezuela, México... También en las ligas de Italia o de la República Checa. Irse fuera es su oportunidad para vivir del béisbol. En España tienen que salir a ganar un sueldo, manejando un Uber o lo que sea, y luego jugar los fines de semana».

«El béisbol es un deporte de muchísimo impacto, hay que probarlo», cuenta el presidente de la Federación cuando se le pide que explique las virtudes de su deporte. «Te da la opción de jugar a cualquier tipo de persona, de cualquier tipología. Es un deporte muy mental, muy estratégico. Cuando lo ves y lo entiendes empiezas a valorarlo y a apreciarlo. Es un deporte de equipo en el cual hay un enfrentamiento individual entre el pitcher y el bateador. Es el único deporte en el que la defensa es la que tiene la pelota. Tiene muchas peculiaridades. El gesto técnico de batear es uno de los más complicados en el mundo del deporte, sino el que más. Y eso es algo que es increíble porque hay que trabajar mucho la paciencia y gestionar la frustración. No conseguir batear a veces, pero cuando lo consigues es un éxtasis. Y eso es algo que da momentos verdaderamente únicos».

Lisarri, Prada y los internacionales confían en que en un par de semana el COI confirme que el béisbol volverá a ser olímpico en Los Ángeles 2028. Junto al título, sería la mejor manera de ganar proyección y conseguir patrocinadores. «Pretendemos que muchos de estos jugadores puedan vivir de esto, y que si entramos dentro del programa olímpico consigamos las becas adecuadas para no solamente ir a los Juegos, sino para poder competir y luchar con cualquiera», concluye el presidente de la Federación.