DeChambeau firma su mejor vuelta en un Masters y termina líder (-7) de una jornada inconclusa

Pues bien, todas estas previsiones tuvieron que aplazarse por culpa de las condiciones atmosféricas. La lluvia y el viento demoraron dos horas y media el comienzo del torneo y eso provocó un retraso que impidió que se pudiera completar la primera jornada el jueves. A partir de aquí habrá que ir recuperando los horarios a marchas forzadas para que el domingo se pueda celebrar la ceremonia de la chaqueta verde en el horario previsto.

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Los seguidores que abarrotaban el vergel de Georgia, conscientes de que estas circunstancias se producen, permanecieron atentos a las noticias que se les iban proporcionando y no dejaban de disfrutar de la visión de este mítico recorrido, aunque fuera sin juego y con mucha agua sobre sus cabezas. Afortunadamente, la tormenta duró poco y los veteranos ganadores Gary Player, Jack Nicklaus y Tom Watson hicieron el saque de honor para que diera comienzo la fiesta. De esta manera, los participantes que salían en los primeros partidos tuvieron que lidiar con un campo húmedo que hacía difícil controlar el vuelo de la bola según cómo se quedase esta en la calle. El viento también complicaba las cosas, sobre todo a la hora de leer los 'greens', pues la mayoría de los tiros se quedaban cortos. Con esas condiciones arrancó un José María Olazábal que no pudo tomarle el pulso al campo en ningún momento: «Me da rabia porque no he metido ni un 'putt'. He logrado el del 5 para par y el del 9 y… al igual que estos días atrás no le he pegado bien a la bola, hoy no me puedo quejar en absoluto… le he dado decentemente, lo que pasa que algún hoyo que he dado dos golpes muy buenos y al final he hecho bogey… me habré dejado 6 o 7 putts por el camino». El agua caída se dejó notar en los 'greens', mucho más receptivos que en día anteriores al haberse vuelto más lentos a la hora de acercar la bola al hoyo.

Sergio García también se encontró con todo tipo de fenómenos en su vuelta, como reconoció con escepticismo al terminar. Y eso que firmó una vuelta de par que es un resultado magnífico en vista de lo sucedido: «Estoy como si hubiera disputado doce rondas con Mike Tyson en un cuadrilátero. Son cosas que pasan aquí y me han pasado ya tantas veces... Una ráfaga de viento que te coge y así es complicado dar un golpe. Mi capacidad mental, si te la cuento... He tenido la fortuna de meter el putt del 13, pero he acabado los últimos siete hoyos como un zombie. Mi cuerpo estaba aquí pero mi mente estaba en otro sitio, no sé ni cómo lo he conseguido. No es una cuestión física ni mental, es un sentimiento de aquí, cosa de Augusta».

Ajeno a todos estos contratiempos, Bryson DeChambeau disfrutó de lo lindo a medida que iba jugando hoyos en un grande que nunca se le había dado especialmente bien. Su mejor resultado aquí había sido un 21.º puesto en 2016. Pronto le tomó el ritmo a las plataformas de los hoyos y, después de pasar por los primeros nueve con -2, realizó unos segundos de auténtico genio con cinco birdies en los últimos siete hoyos que le iban sirviendo de motivación extra para acabar como líder en la casa club.

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Mientras, los dos aspirantes a priori, iban desenvolviéndose con distinta suerte por el recorrido. El imperturbable Scheffler iba restando golpes sin hacer ruido algo que le costaba un mundo al vizcaíno, que no lograba hacerse con las riendas de su vuelta. «En un campo tan difícil como este no puedes permitirte el lujo de fallar desde el 'tee' de salida y yo en los nueve segundos he estado muy fallón, sin darme opciones reales de 'birdie'. Aunque he jugado mal, me llevo el buen sabor de boca con la ovación de campeón que he recibido en el hoyo 12. Ahora mismo estoy lejos de los sorprendentes resultados de la cabeza de la tabla, pero queda mucho…».

La falta de luz amenazaba cada vez con más firmeza la actuación de los jugadores que habían salido más tarde, en especial la de Tiger Woods que, seguido por su fiel cortejo de admiradores, desplegaba su juego con frialdad y eficacia, sin aspirar a la brillantez de antaño. El cinco veces ganador de la chaqueta verde conoce cada rincón de la finca como la palma de su mano y sabe cómo sacar provecho con su actual limitación física. Pasó por el ecuador con -1 y llegó al Amen Corner en medio de un vendaval que le obligaba a retirarse de la pelota a la que espera de que amainara. Aún así, salvaba el este rincón mágico con un par que sabía a birdie y que le colocaba más cerca de conseguir su 24.º corte consecutivo en el Masters. Pero será mañana cuando dispute los últimos cinco hoyos de la primera vuelta más toda la segunda, un esfuerzo extra que en 2023 ya le pasó factura y le obligó a retirarse poco después de comenzar la vuelta sabatina. Hasta siete hoyos les quedaron a algunos por disputar, por lo que la ronda del viernes dará comienzo a las 7:50 h (13:50 hora española) para aquellos que no han podido terminar la primera vuelta y a las 8.00 h (14:00 h en España) para aquellos que den comienzo a la jornada del viernes. El líder de la mañana, Bryson DeChambeau (-7) no encontró rival en la tarde y se mantuvo en lo alto de la tabla seguido a un solo golpe por Scottie Scheffler (-6); tan solo el danés Hojgaard tuvo el desparpajo de colarse en la tercera posición con -5, con tres hoyos aún por disputar en su primera presencia en el Masters de Augusta.