Contador hereda el antiguo bastón de mando de su enemigo

Alberto Contador correrá los dos próximos años en el equipo SunGard-Saxo Bank. Lo anunció ayer Bjarne Riis, director deportivo del equipo danés, en una rueda de prensa en Copenhague en la que no estuvo presente el ciclista español. Tras el anuncio de la marcha de los hermanos Schleck, la escuadra danesa, por cuya supervivencia incluso se temía, ha dado un golpe de efecto. También han llegado a sonar como destinos el Abarca Sports, de Eusebio Unzúe, y el Quick Step, pero no eran ofertas tan atrativas a nivel deportivo.

La semana pasada ya se intuía algo, cuando, sólo unos días después de haber ganado el Tour, Contador les dijo nones al Astana y su ultimátum. El tricampeón de la «Grande Boucle» rechazó al equipo kazajo, con el que ha ganado dos Tours, un Giro y una Vuelta. Aunque el español no ha levantado la voz, no le gustaron algunas formas de sus todavía jefes en la forma de gestionar el pasado Tour, especialmente en la contrarreloj de Burdeos, en la que acabó mareado con las referencias de tiempo que le daban.

Contador mostró su ilusión por su nueva andadura ciclista en un comunicado de prensa: «Creo que he elegido la mejor opción y confío en Riis para construir una gran escuadra».

Y en ese gran equipo que es el danés esperan a Contador con los brazos abiertos. De hecho, Saxo Bank tenía pensado dejar de patrocinar al equipo de Riis —que también ha conseguido el apoyo de la empresa de software SunGard—, pero ha reculado y ha ampliado su apoyo por un año más, algo en lo que, probablemente, el aterrizaje de Alberto haya influido. Bjarne Riis fue claro en la rueda de prensa en la que anunció su fichaje estrella: «Estoy orgulloso de haber podido traer al mejor corredor del mundo a un equipo danés», dijo el ex ciclista que en 1996 sucedió a Miguel Induráin como ganador del Tour —aunque luego admitió haber usado sustancias dopantes, motivo por el cual la organización de la ronda francesa no le reconoce esa victoria—.

A día de hoy, el Saxo Bank es considerado como el equipo más potente del panorama ciclista internacional. No ganó la clasificación por equipos del Tour, honor que le correspondió al RadioShack de Armstrong, pero su gestión como motor de la carrera fue impecable: el día del Tourmalet, Fabian Cancellara, Jens Voigt, Chris Sorensen o Stuart O'Grady fueron los encargados de tirar del pelotón hasta el pie de la mítica montaña, en el intento por que Andy Schleck desbancara a Alberto Contador del liderato logrado con aquella polémica de la cadena.

Evidentemente, Andy y Frank Schleck, que van a crear su propia formación, se marcharán. El suizo Cancellara, mejor contrarrelojista del mundo, seguirá, pero hay dudas con la continuidad de los otros gregarios de lujo del equipo. Si los ex patrones luxemburgueses no los reclutan para su causa, es de esperar que muchos estén dispuestos a sumarse a los futuribles éxitos de Contador.

El triplete inédito

Precisamente una de las metas del español es ganar en un mismo año las tres grandes carreras por etapas (Giro, Tour y Vuelta), según reconocía ayer Riis: «Quiero contribuir a pulir este diamante aún más. Alberto me dijo que su ambición es ganar las tres grandes en un año. No estoy seguro de que sea el año que viene, pero en los siguientes será nuestra ambición, y creo que se puede hacer». Nadie ha hecho jamás tal hazaña.