Juegos Olímpicos
El COI debate si readmitir a los atletas rusos en el camino hacia París 2024
La petición se estudiará este martes con la oposición del comité ucraniano y buena parte de los países más importantes del olimpismo mundial
La amenaza de un posible boicot sobrevuela por encima de la cita del próximo verano en Francia
La esgrima mundial pone en jaque al olimpismo
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional
La reunión del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico (COI) que comenzará este martes es una de las más importantes de la historia reciente del olimpismo mundial. En ella, los dirigentes que forman el núcleo duro del COI -entre los que está el español Juan ... Antonio Samaranch- deberán decidir si mantienen el veto a los atletas rusos y bielorrusos (borrados del sistema de clasificación olímpico desde que comenzó la invasión de Ucrania) o si les abren la puerta de los Juegos, lo que provocaría un posible boicot de varios países a París 2024. Otros Juegos que caminan hacia su inauguración envueltos en polémica.
Porque después del terremoto que supuso el aplazamiento de Tokio 2020 a causa de la pandemia, toda la incertidumbre que rodea ahora mismo a la cita del próximo verano no ayuda al movimiento olímpico. Por una parte, el COI ya comenzó hace algunas semanas a allanar el camino del regreso de los atletas rusos y bielorrusos. Se apoya en un informe de Naciones Unidas que pide separar deporte y política. Que pide no castigar a los deportistas y permitirles participar bajo bandera neutral, sin símbolos de sus países y sin himnos.
A ese informe se agarraron ya hace algunas semanas los dirigentes del COI, que lanzaron una especie de globo sonda que encontró la oposición frontal de Ucrania, pero también de muchos otros países. Algunos, como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia (anfitriona de la próxima cita olímpica) ya han dejado clara su postura, que también conocen en el seno del comité olímpico.
Por eso, la decisión que salga de la Ejecutiva mantiene en vilo al deporte mundial. A principios del mes de marzo, la esgrima mundial se descolgó del resto de federaciones internacionales al dar luz verde al regreso de los atletas rusos a tiempo para la clasificación olímpica. Una decisión que provocó el enfado de Ucrania y que metió en un buen lío a España.
Los ecos de Tokio 2020
Porque el primer torneo clasificatorio que se debía celebrar era el Villa de Madrid, donde los deportistas rusos y bielorrusos tienen prohibido participar, tal y como aseguró a este periódico el Consejo Superior de Deportes. Un veto que está a punto de llevarse esta prueba clasificatoria fuera de España, con el consiguiente perjuicio para los tiradores nacionales.
La decisión que se tome en la Ejecutiva, sea cual sea, provocará un terremoto en el deporte mundial, aunque Thomas Bach explicaba días atrás en un foro en Alemania que se trataría de encontrar una solución para que todas las partes quedaran contentas. Algo que no parece posible. Desde el comité ucraniano ya han dejado claro que no competirán contra atletas rusos y ese boicot podría ser secundado por muchos otros países. Amenaza que atormenta al movimiento olímpico, que tras la debacle económica que supuso la pandemia para Tokio 2020 ven cómo este problema vuelve a poner en peligro la normal disputa de París 2024.
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