El Gobierno mantendrá el veto a los atletas rusos en suelo español

Uno de ellos, el Villa de Madrid, está previsto que se celebre en España a mediados del mes de mayo. Un campeonato para el que la federación (RFEE) ha adelantado ya más de 20.000 euros y que, ahora mismo, está en el aire. «Este torneo está a la vuelta de la esquina, hemos puesto ya mucho trabajo y dinero en él y si nuestro país no deja entrar a los rusos y bielorrusos, la prueba se puede ir a otro país», explica a ABC el presidente de la federación, José Manuel Abajo 'Pirri', que hace días cursó una consulta oficial al Consejo Superior de Deportes (CSD) para conocer la posición del Gobierno al respecto.

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Emilio V. Escudero

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Según indicaron ayer a ABC fuentes del CSD, la decisión de la esgrima mundial no ha variado un ápice la postura del Ejecutivo, que mantendrá su veto a la participación de estos atletas en suelo nacional como aprobó hace un año, coincidiendo con las primeras semanas de la invasión en Ucrania. «La posición del Gobierno no ha cambiado», señaló un portavoz del CSD a pregunta de este periódico. Esa posición indica que toda «selección, club o deportista seleccionado por Rusia tiene prohibida su participación en cualquier competición de carácter internacional que se dispute en suelo español».

Esta política, consensuada con los 27 países de la Unión Europea, provoca un doble problema en el futuro próximo de la esgrima nacional. El primero, porque el veto a estos atletas podría hacer que la FIE decida trasladar el Villa de Madrid a otro país, con el consiguiente perjuicio económico y deportivo. «No solo perderíamos el dinero que ya hemos puesto sobre la mesa para la organización del evento, sino que también nos quedaríamos sin esta competición que es muy importante para el ránking olímpico de nuestros deportistas«, señala Pirri, al tiempo que deja entrever el segundo conflicto. »Hay muchos países que ya han anunciado que sus atletas no van a enfrentarse con ningún deportista ruso o bielorruso, así que España tiene que decidir también si van a apoyar un posible boicot de esas competiciones y si van a ayudar a los deportistas que decidan secundarlo«, apunta el dirigente, muy preocupado con la situación actual.

Una problemática que se ha originado en la esgrima, pero que podría extenderse a otros deportes en las próximas semanas. Efecto contagio. Porque a 500 días para que la llama olímpica prenda en París, los procesos de clasificación están a punto de comenzar o acaban de hacerlo y eso acrecienta las presiones en cada deporte. La influencia rusa en muchas federaciones y la ambigüedad del Comité Olímpico Internacional sobre la posibilidad de participación de los atletas rusos y bielorrusos en París 2024 hace el resto. «Es un lío, sobre todo para nosotros, los deportistas. Al final, los que vamos a tener que decidir qué hacer cuando tengamos enfrente a un tirador ruso somos nosotros», explicaba hace unos días la tiradora Lea Krüger, en una entrevista en el canal alemán 'Deutsche Welle'.

Su sentir, que deja entrever el boicot, es el que alientan desde la federación de Ucrania, donde no entienden la decisión que se tomó en el congreso extraordinario celebrado el pasado viernes. «Estamos decepcionados, frustrados y molestos –aunque no sorprendidos– por la vuelta de los atletas rusos y bielorrusos a la competición», reconoce la federación estadounidense, que recuerda que nada ha cambiado en la guerra para que se haya dado este vuelco en el deporte.