ciclismo
Otro zarpazo de Evenepoel en la Vuelta
etapa 10
El líder da otra exhibición en la contrarreloj y ya tiene lejos a Roglic (2:41) y Enric Mas (3:03). Buena etapa de Carlos Rodríguez, mal día de Ayuso
Remco Evenepoel, en el podio
El calor húmedo y denso en Alicante, ese sudor perenne que castiga a los habitantes de otras latitudes, no obstaculiza el rendimiento esperado de Remco Evenepoel, belga de la fría región valona, 13 grados de temperatura media anual y pronóstico de lluvia permanente. El líder ... de la Vuelta apuntó hace días como futuro enemigo al calor del sur español, pero tampoco eso frena al joven fenómeno. Evenepoel gana la contrarreloj, vuelve a zarandear la carrera con otro zarpazo y desbanca a Primoz Roglic, que había conquistado todas las citas del reloj en la Vuelta desde que inició su andadura en 2019. Magnífico el resultado de Enric Mas (perdió 1:51), desconocido en esta modalidad y que evitó con una crono espectacular para sus virtudes que Evenepoel lo doblase, como parecía cantado. Carlos Rodríguez despuntó entre los jóvenes españoles, cuarto a 1:22. Fue un mal día para Juan Ayuso, quien se despertó con la sensación de haber cogido el Covid. No hay quien pare al talento belga en la ronda, ya solo tiene que administrar su ventaja en la montaña.
Junto al Palacio de Altamira, gigantes reproducciones de la Dama de Elche y sus palmeras autóctonas, los ciclistas mitigan el sofoco húmedo del Mediterráneo con todo tipo de elementos. Chalecos de frío, ventiladores masivos, aspersores de fina agua, aire acondicionado de los autobuses...
Todo vale con tal de bajar la temperatura corporal de los corredores, máquinas de precisión que afrontan la modalidad que establece la realidad del ciclismo. En las contrarrelojes se ganan y se pierden las carreras, se distingue la calidad y marcan diferencias los purasangres.
Primoz Roglic ha conseguido 17 de sus 65 victorias en esta disciplina. Y en España ha exprimido esa habilidad: ha disputado nueve contrarrelojes y ha ganado ocho. Se le escapó una cita por equipos en la salida de la Vuelta 2019, en aquel montículo de salinas que dio la vuelta al mundo. Príncipe de la especialidad hasta este martes en Alicante, cuando Remco Evenepoel ha consumado el trasvase de poderes.
El ciclismo tecnificado que han decretado los potenciómetros programa una preparación individualizada de los corredores. Todo se mide y todo está mezclado y relacionado. Los watios con las calorías, los medidores de potencia con la presión de las ruedas, la nutrición con la biomecánica.
En la contrarreloj se acentúan esas estimaciones tecnológico/físicas. Ahí ya no existe un espacio para la improvisación. La presión de los neumáticos se varía en los equipos en función del número de curvas. Evenepoel es hijo de su tiempo. «Estoy totalmente ocupado en mi preparación de la crono y no me descentro», admite después de cumplir con su planning de potencia, esas piernas y pulmones que han reventado la general de la Vuelta.
La ciencia todavía no ha logrado, o tal vez sí, calcular qué supone el miedo, la angustia o la decepción. Esto le sucede a otro joven educado en la técnica y los planes previstos. Juan Ayuso se levanta con dolor de cabeza y tensión en el cuerpo. Cree haber contraído el Covid después de haber expresado el día anterior sus emociones («se me erizó la piel en rampa de salida de la primera etapa, la contrarreloj de Holanda, por debutar en la Vuelta»), esas que ahora no cuentan en el ciclismo. «Me he tenido que hacer tres test para saber si tenía Covid». Tal vez por esa angustia, el chaval de 19 años naufraga en la crono y no está a la altura imaginada (pierde 2m:17s.).
Los ciclistas antiguos hablan del trabajo en el túnel del viento, la preparación específica, la posición aerodinámica y la elección de material como elementos clave de su progresión. Los ciclistas de hoy, como Nelson Oliveira, llevan aplicaciones que miden su rendimiento y lo evalúan y proyectan para que su líder, Enric Mas, tenga referencias del recorrido y pueda ganar tiempo al tiempo.
Enric Mas ejecuta una gran crono, el caimán Evenepoel no lo dobla aunque lo tiene cerca. El mallorquín sigue vivo. «Era una contrarreloj para ellos, para los especialistas. He empezado bien, pero al final me ha costado», despeja.
También Carlos Rodríguez expresa sus sensaciones en función de las unidades de medida. Ha terminado cuarto a 1:22 del líder, pero él asegura que lo mejor es que «no he entrado en la zona roja», dice en referencia a su potenciómetro.
Arensmann se desmaya en la meta, Joao Almeida se equivoca de camino... Errores humanos que la tecnología no es capaz de predecir. Vence Evenepoel, casi arrasa, lo previsto.
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