Ciccone seca la lágrima de Italia

La etapa supuso una bajada de ritmo importante respecto a la vivida el sábado, en Turín, donde se produjo el cambio de líder ya mencionado tras una imponente batalla. Daba sus primeros coletazos la montaña italiana y los ciclistas y sus respectivos equipos optaron por la precaución tras el esfuerzo. Entre tanto cálculo, fue Giulio Ciccone quien le puso emoción a la subida, con un ataque prodigioso, valiente a 23 kilómetros de la línea de meta. Uno de los pocos que siguió la estela del transalpino fue el español Antonio Pedrero (Movistar), que finalizó tecero y se quedó sin palabras ya en el valle de Gogne, punto final de la jornada, tras un importante pedaleo.

Ciccone regaló vitalidad a sus compatriotas. No pensó en la general ni fue taimado. Se lanzó como un león y llegó solo, con todos sus conciudadanos jaleando su victoria, la tercera etapa del Giro que se lleva en su carrera el de Chieti (la primera fue en 2016 y la segunda en 2019). Sin un candidato claro a dejar en casa el Giro (Pozzovivo es quinto y Nivali noveno), Ciccone tiró los papeles de las estrategias y solo mostró corazón. No ganará el Giro, pero le dio bastante vida a la competición en un día algo bajo de pulso.