España 87 - 57 venezuela
La selección se da un festín en su primer examen antes del Mundial
Los chicos de Scariolo, liderados por Juancho Hernangómez y Garuba, dejan muy buenas sensaciones en el WiZink Center
Mirotic pone fin al culebrón y firma por el Milán
Aldama hace un mate durante el partido entre España y Venezuela
La selección comenzó con buen pie la gira de preparación para el Mundial, con un alegre pero imponente partido ante Venezuela. Poco aguantaron los visitantes, que desde muy pronto se vieron sometidos por la filada condición competitiva de los de Scariolo. Juancho Hernangómez (23 ... puntos), Garuba y la defensa, cómo no, fueron los artífices de la victoria. Siempre da confianza empezar los finales con una buena nota.
Quinteto inesperado (Díaz, Abalde, Parra, Juancho, Garuba) e imponentes descartes de Scariolo (Willy, Llull, Rudy, Rubio) en el primer partido de preparación para la inminente cita mundialista de Indonesia, Japón y Filipinas. La intensidad de los venezolanos, liderados por un Michael Carrera de bandera, pilló de sorpresa a España, que tardó unos minutos en entrar en el partido.
Fue Juancho Hernangómez, que no jugaba un partido oficial desde el pasado febrero, cuando fue cortado por los Toronto Raptors de la NBA, quien comenzó a echar carbón a la caldera del combinado nacional. Brillante la puntería del nuevo jugador del Panathinaikos, del que se espera mucho en su vuelta al Viejo Continente.
Se encasquillaba Venezuela desde la larga distancia y España se envalentonó, sobre todo por ver cómo Santi Aldama, que debutaba en la absoluta, actuaba con el liderazgo de los elegidos. No en vano, es un jugador de sobra asentado en los Memphis Grizzlies. A su vera y con aliciente de una defensa mucho más sólida, la selección llegó al descanso con una extensa ventaja de 20 puntos (46-26).
Ni la zona visitante ni las canastas de Vargas frenaron el festival español. Juancho y Garuba mostraban una forma espléndida, pese a que ninguno ha tenido una temporada de clubes con oportunidades, y los chicos de Scariolo disfrutaban de lo lindo, conscientes de que seguramente este sería el último partido en el que no estarían bajo el foco de la máxima exigencia.
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