Remontada blanca en la fiesta de Felipe Reyes

Los blancos se pasaron los diez minutos corriendo detrás del menudo jugador del Armani, capaz él solo de volver loco al campeón de Europa . Tanto, que Laso no daba con la tecla para frenar el talento de su rival, que al final de ese cuarto inicial dominaba ya por catorce puntos (19-33).

Los italianos habían exhibido todas sus virtudes en una puesta en escena ideal en la que apenas erraron tres de sus primeros 16 lanzamientos . Una bestialidad que fue imposible de alargar en el siguiente acto.

Ahí, con Campazzo y Tavares liderando la defensa blanca, el Milán fue viendo cómo su ventaja se iba estrechando a pesar de que Nunnally y Nedovic (10 puntos cada uno al descanso) tomaron el relevo del americano en la parcela ofensiva de su equipo . La remontada del Madrid fue lenta. Le costó un mundo. Le fue ganando terreno poco a poco al Milán, que no vio llegar a su rival. La defensa fue el principal argumento blanco , que fue creciendo gracia a su superioridad en el rebote ofensivo. Esas segundas oportunidades le dieron vida al campeón, capaz de irse al descanso con una desventaja mínima. Un milagro para lo visto en los primeros veinte minutos (50-56).

El paso por los vestuarios sirvió para reforzar la vocación defensiva del equipo. Causeur asumió la responsabilidad de secar a James y, por momentos, lo consiguió. Sin la amenaza del americano, el Milán pareció menos, aunque todavía mantuvo la delantera durante muchos minutos. Los que tardó Randolph en irrumpir en el partido con siete puntos casi consecutivos que le dieron al Madrid su primera ventaja en el marcador desde el primer minuto (64-63, min. 24). Llull, gris hasta entonces, sumó tres triples seguidos para el Madrid, que ni con esas pudo quitarse la presión del equipo italiano, que todavía tardó en dar su brazo a torcer.

De hecho, el Milán llegó al último cuarto por delante , pero la tenacidad del campeón fue demasiado para el aspirante. Los italianos se precipitaron por momentos, lejos de la frescura de los primeros minutos. Con James vigilado, a Nedovic se le nubló la vista, sobre todo en los instantes finales. Ahí, con el Madrid tres arriba, el base tuvo un balón para haber forzado la prórroga, pero su lanzamiento, muy forzado , no tocó el aro . Fiasco que les aleja de los playoffs y que acerca al Madrid a la segunda plaza, que podría conquistar el viernes si gana en Vitoria y si el CSKA cae en casa ante el Fenerbahçe.