Quino Colom salva a España en un final de locos

Un WiZink Center desangelado, con aspecto de pretemporada, bastó a España para recuperar el pulso rumbo al Mundial. Las dudas generadas por la derrota en Kiev no quedaron sepultadas, pero al menos se volvió a ganar, que era lo importante. Colom, que poco a poco va dando pasos para ganarse un sitio el próximo verano en el equipo, lideró con acierto el ataque nacional en los primeros compases. De sus manos nacieron los primeros 11 puntos de la selección, mucho más centrada en el aspecto ofensivo que hace tres días. Funcionaba el ataque rojo y si la distancia no era mayor era porque Meiers –10 puntos en el primer tiempo– encontraba demasiadas facilidades cerca del aro. El pívot letón, mucho más grande que las torres españolas, usó esa superioridad para mantener a su equipo en el partido hasta que Strelnieks –máximo anotador con 22 puntos– hizo acto de presencia. Siempre por delante, la selección vio peligrar ese dominio por culpa del jugador del Olympiacos, autor de trece puntos consecutivos en el incicio del segundo cuarto (32-28, min. 14).

Scariolo –que hoy pone rumbo a Toronto para iniciar su aventura NBA– puso en pista a Oriola para tratar de equilibrar el choque. La entrada del azulgrana –autor de doce puntos antes del descanso– revitalizó a la selección y permitió al equipo irse a los vestuarios con un ventaja holgada, la mayor del primer tiempo (51-37).

El dominio de la selección se alargó en el inicio del tercer período. Se divertía España, feliz con su juego alegre de contragolpe, en el que todos encontraban un hueco para brillar. Baloncesto coral que se encontró con un escollo inesperado cuando todo iba cuesta abajo (60-42, min. 24).

Janis Timma , ex del Baskonia, sacó a relucir toda su calidad para poner salsa al partido. Casi inédito en la primera parte, el alero se desató en un tercer cuarto excelso en el que sumó trece puntos para su equipo. Suyo fue el parcial de 9-0 que reenganchó a Letonia al encuentro (60-51, min. 28).

Los de Vecvagars reducieron la diferencia hasta los ocho puntos al principio del último cuarto (69-61), lo que obligó a Scariolo a sacar bandera blanca. El italiano, muy nervioso en la banda durante todo el choque, acertó de nuevo con los cambios. Esta vez fue Beirán el que lideró la reacción de España. Certero en el lanzamiento, el madrileño sumó tres triples casi consecutivos que parecían sentenciar el duelo a favor de la selección (78-64, min. 36). Los catorce puntos de ventaja a falta de cuatro minutos parecían suficientes para no pasar apuros, pero el bajón físico de España y la puntería letona encendieron las alarmas. Cundió el pánico en la pista y dos pérdidas absurdas le dieron la delantera a Letonia por primera y única vez (81-82). Quedaba una jugada y el Colom no lo dudó. Se lanzó como un poseso hacia el aro, sorteó rivales y anotó de manera acrobática para dejar el triunfo en Madrid y acercar un poco más la plaza en el Mundial. Canasta que no despeja las dudas generadas en este inicio de temporada, en el que el bajón físico le ha pasado factura a la «selección de las ventanas».