El Barça sobrevive al huracán Brizuela

Decía Jasikevicius en la previa que ningún gran jugador podía ganar solo un partido, pero que esos talentos especiales sí que eran claves para decantar un encuentro apretado. No andaba desencaminado el lituano, que vio cómo la reacción coral de sus jugadores permitía sellar la remontada y cómo la calidad de Calathes, Mirotic y Higgins resolvía el choque en una prórroga en la que al Unicaja se le agotaron las fuerzas.

Hasta entonces, los andaluces habían estado magníficos, liderados por un soberbio Brizuela , que en el primer cuarto fabricó un parcial que puso veinte arriba a su equipo (9-29, min. 10). El Barça se remangó y fue recortando la distancia apretando en defensa y encomendándose a los triples de Abrines y Higgins . La suya fue una remontada a fuego lento que se culminó en el último cuarto y que llegó a darle una ventaja de hasta nueve puntos a los azulgranas (79-70, min. 35). Un botín que parecía definitivo, pero no para Brizuela, empeñado en acaparar los focos una y otra vez.

No bajó los brazos el Unicaja, que logró forzar la prórroga con un canastón de Abromaitis , al que Davies hizo falta sin que la vieran los árbitros . Las quejas de Katsikaris no sirvieron para nada y su equipo tuvo que afrontar el tiempo extra, en el que se deshizo, víctima de los nervios, el cansancio y la calidad de su rival. Porque en el momento clave, emergieron Calathes, Higgins y Mirotic para sellar el pase y mantener vivo al Barcelona. Porque no hubo respuesta andaluza, atrapado Brizuela en la maraña defensiva de los azulgranas, que disputarán las semifinales con una calentón inesperado.