Angola no motiva a España

En un inicio con Rudy Fernández, de vuelta tras su lesión –Abrines sigue tocado y ha sido la única baja de España–, Ricky Rubio e Ibaka, la versión más musculosa del equipo, a los locales se les atascó en la garganta el primer trago, y Angola mandaba 2-6 a los cuatro minutos ante una España perezosa. La selección reaccionó pronto y al final de cuarto ya mandaba por 22-14.

En un ejercicio muy profesional, lo que para un partido amistoso era una noticia notable, la selección española siguió distanciando a una limitada Angola a un ritmo constante; el marcador del segundo cuarto (23-14), casi idéntico al del primero, dejó en torno a la veintena la diferencia al descanso con una receta común: esfuerzo defensivo, centímetros y las chispas de talento en ataque.

Volvió a destacar Pau Gasol, igual que ante Canadá, tan motivado como fino físicamente en esta primera fase de la concentración española. Su mejor socio fue Serge Ibaka, también brillante en el primer amistoso, que con su exhuberancia física arrasó al juego interior del equipo africano.

Tras la reanudación, Orenga torció el gesto, otro precedente idéntico al del debut ante Canadá. España recibió 21 puntos de Angola en el tercer periodo e incluso perdió el parcial del cuarto. Bajó un nivel la intensidad de la selección, vestida de azul hoy en vez del rojo habitual, incapaz de olvidar el carácter amistoso del partido.

En el otro lado de la cancha, Angola intentó cerrar el juego interior y los exteriores españoles estuvieron irregulares, al margen de Llull y de un inspirado pero poco presente Navarro. Con ventajas cómodas, la intensidad de España bajó hasta la jugada del partido: Rudy tenía la pelota, Ibaka le puso un bloqueo directo y el mallorquín asistió entre las piernas al congoleño para que machacase por encima de Angola.

Fue un chispazo aislado en un final de partido con pocas piernas y pocas ganas, en el que Angola terminó por acercarse más que nunca y dejar el marcarod en el 79-70 final. Sin muchas preocupaciones, porque son amistosos, pero sin brillo, España está un día más cerca de que empiecen los partidos oficiales.