euroliga | final
Spanoulis despierta del sueño al Real Madrid
La estrella del Olympiacos lideró la remontada griega ante un conjunto blanco que llegó a ganar de 17 puntos y se hundió en el último cuarto
Spanoulis despierta del sueño al Real Madrid
La novena tendrá que esperar. El Real Madrid la agarró con una mano. Llegó a saborear la gloria durante unos instantes fugaces que fueron los que el Olympiacos le regaló antes de despertarle del sueño y convertir el resto del partido en una pesadilla. El ... Madrid desaprovechó 17 puntos en el primer cuarto y entró empatado en el último, pero a partir de ahí se le fundieron los plomos. Desconexión total, rendidos ante la clase de un jugador fuera de serie como Spanoulis, que anotó 22 puntos tras el descanso para llevar la segunda Copa de Europa consecutiva hasta El Pireo. [Narración y estadísticas del partido]
Al contrario de lo que ocurrió en semifinales, el Real Madrid salió a jugar la final sin complejos. Los nervios los había gastado ya en esos minutos iniciales contra el Barcelona y Laso consiguió que ayer el equipo disfrutara como viene haciendo toda la temporada. Dos triples de Rudy y Mirotic anticipaban el vendaval blanco del primer tiempo, en el que el Real Madrid rozó la perfección. No daba abasto el Olympiacos, al que le llegaban por todos los lados. Triples, penetraciones, lanzamientos de media distancia. Todo le funcionaba al Real Madrid en el inicio, tocado por los dioses. Retumbaba el «a por ellos» en el O2 Arena, atónito ante la exhibición blanca. Mayúscula. Casi de récord. [Las mejores imágenes de la final]
La sobrexcitación del momento (10-27, min. 10) le pasó factura en el segundo cuarto. Un tiple de Pero Antic encendió a la grada helena, callada casi desde el inicio, y se desató la locura. Los griegos, que el año pasado ya remontaron 19 puntos ante el CSKA en la final, no iban a darse por vencidos tan pronto y aprovecharon que el Real Madrid bajó la guardia en el aspecto defensivo para volver a meterse en el partido.
Esta vez, la entrada de Sergio Rodríguez no fue sinónimo de éxito. Con el canario en la cancha, el Real Madrid se atascó y echó de menos la intimidación que Begic había impuesto en la zona durante los primero minutos. Ante la ausencia de Spanoulis, fueron Perperoglou y Hines los que lideraron la remontada griega. Una mezcla de fe y constancia, salpicada por las gotas de calidad de Acie Law. El Madrid capeó la tormenta gracias al tesón de Reyes y de Slaughter bajo los aros y consiguieron irse al descanso con una ventaja mínima en el marcador (37-41) que habrían firmado antes del partido, pero que visto lo visto en el arranque parecía escasa.
Irrupción del genio
Spanoulis decidió entonces que quería unirse a la fiesta y selló su invitación con tres triples consecutivos que le dieron la primera ventaja a los griegos (52-46, min. 24). El Madrid estaba en shock y Laso reaccionó dando entrada a Draper, inédito hasta ese momento en la Final Four, para utilizarlo como antídoto contra el genio del base griego. Le funcionó el experimento para contener la herida, pero el problema lo tenía también en el aro contrario.
Allí, los puntos ya no fluían como en la primera mitad. El nivel de contacto que los árbitros permitieron fue mucho mayor y en esa batalla de golpes el beneficiado siempre es el equipo griego. No supo adaptarse el Madrid, que se desangró poco a poco, sin remedio. La precipitación fue más evidente en el último período, en el que el Olympiacos jugó cuesta abajo y sinfrenos, acunado por sus aficionados y por la desesperación blanca. Los 29 puntos que encajó el Real Madrid en esos últimos diez minutos reflejan esa falta de ideas, que se fue haciendo mayor cuanto más grande era la ventaja griega. La novena se veía ya lejos. Casi infinita. Había estado muy cerca. Mucho más que en 2011, pero esta vez tocaron lágrimas para un grupo que deberá seguir peleando por devolver al Rey de Europa a su trono.
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