Simeone se queda sin defensa

Casi inexpugnables en su estadio, donde solo el Getafe arrancaba un empate y contra un rival que jugó más de una hora con diez, los colchoneros se transforman y convierten en un grupo vulnerable y sorprendentemente frágil en sus apariciones lejos del abrigo de su hinchada. Tanto que el entrenador argentino ha encadenado cuatro derrotas ligueras seguidas como visitante (Las Palmas, Barcelona, Athletic y Girona) por primera vez desde que desde que es el dueño del banquillo (diciembre 2011).

Una anomalía en la trayectoria de un técnico que siempre ha tenido como máxima futbolística mantener su portería a cero a la espera de tener una oportunidad para resolver, una filosofía poco vistosa para el espectador pero que le valió para conducir a su equipo al título en 2014.

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Ahora el Atlético es más goleador, pero también mucho más débil en defensa, haciendo suya la teoría de la manta (si te tapas la cabeza, te descubres los pies). De hecho, es el único de las cinco grandes ligas europeas que cuenta con dos jugadores que suman más de diez dianas esta temporada. Un brillo que falta en defensa. «En determinadas situaciones del partido no fuimos lo suficientemente contundentes defensivamente para resolver alguna de las jugadas que fueron goles de ellos», reconoció el argentino para explicar la derrota en Montilivi.

Acostumbrado el hincha atlético a ver a Jan Oblak luchando por el Trofeo Zamora durante los últimos años, llama la atención que el conjunto colchonero acumule a estas alturas de la temporada 23 tantos en contra, otro dato que desnuda la nueva realidad de un equipo que con el Cholo al mando jamás había recibido tantos goles al alcanzar el ecuador del campeonato de Liga. Según los datos de @atletico_stats_, el madrileño se ha convertido en uno de los equipos que más remates ha recibido a lo largo del curso (253) , solo superado por Villarreal, Almería, Cádiz y, sorprendentemente, Girona, colíder de una Liga que se le escapa al Atlético desde la defensa.