Atlético de madrid
Menos ruido en el vestuario, pero malestar con los árbitros
La salida del clan lusófono con Joao al frente parece haber dado tranquilidad, pero no entienden ser el equipo con más expulsiones desde la vuelta del Mundial (cinco) y no haber recibido ni un penalti a favor en toda la Liga
El Atlético, en uno de los últimos entrenamientos antes del derbi contra el Madrid
«El que quiera entender, que entienda», era la enigmática frase con la que el Cholo Simeone lanzaba su mensaje a navegantes (o ex navegantes) el domingo pasado, después de «contrarrepetir» la mejoría experimentada por su equipo a la vuelta del parón por el Mundial. ... Lo obvio es que, como dijo una semana antes el capitán Koke, la gente está «con la mente limpia» después de dejar atrás una cita mundialista que, no es de sorprender, nublaba el pensamiento a más de uno. Y lo latente es la reivindicación del argentino de que, tras haber soltado lastre en este mercado invernal, el barco surca con mayor ligereza y se respira mejor.
Ese lastre se refiere principalmente a Cunha y a Joao Félix, ambos descontentos por su función en el engranaje de Simeone y por la falta de minutos. Y también incluye a Felipe, otro miembro de la camarilla de la que ya salió Lodi en verano. «Un corrillo menos murmurando contra el míster», comenta una fuente cercana al cuerpo técnico. Desde el entorno del grupo saliente rechazan esta conspiración contra el argentino, aunque lo innegable es que el choque con Joao Félix generaba un ruido que iba mucho más allá del vestuario, convirtiéndose en un asunto de Estado que tenía a Simeone realmente hastiado.
Y por supuesto, no hay mejora sin resultados. Propios y ajenos. Mientras el Atlético ha sacado cuatro victorias y un empate en los últimos cinco encuentros ligueros y sólo ha encajado un gol (de penalti ante el Getafe); el Betis suma nueve puntos de 18 (incluyendo el aplazado con el Barcelona), el Villarreal acumula cuatro derrotas consecutivas, e incluso la Real Sociedad, que hace pocas fechas parecía inalcanzable, ahora está sólo dos puntos por encima.
Este giro en los resultados ha cambiado incluso el discurso en la planta noble del Metropolitano. Donde antes deslizaban que la intención es que fuera la última temporada de Simeone, ahora se transmiten renovados mensajes de confianza hacia la figura del Cholo. Al menos de cara a la próxima temporada. Más allá de lo deportivo, hay 22 millones de razones para respaldarlo (es lo que costaría la indemnización por despedir al argentino).
Y dejando a un lado la recobrada tranquilidad en el vestuario, en la caseta hay malestar con las actuaciones arbitrales que viene padeciendo el equipo. Desde la vuelta del Mundial es el equipo de toda Europa (contando los que ocupan el Top 5) que más expulsiones ha sufrido: un total de cinco. Hermoso ante el Elche, Reguilón en Almería, y hasta tres rojas ha visto ya Savic en sus últimos cinco partidos: Barcelona, Real Madrid en Copa y Celta.
En el Atlético de Madrid entienden que varias de estas expulsiones fueron cuanto menos «rigurosas» y subrayan que apenas son el 10º equipo que más faltas comete en la Liga. Pero donde hay mayor indignación es con el tema de los penaltis, por considerarlo un problema recurrente. «La temporada pasada fue muy parecida», recuerdan en el vestuario. Y es que en marzo del año pasado el Atlético sólo había recibido dos penaltis a favor. Tan sólo al Elche le habían pitado menos (uno).
Lo de esta temporada es mucho más sangrante. Disputadas 22 jornadas es el único equipo de la Primera División al que no le han señalado ni un solo penalti a favor. Su rival de enfrente, el Real Madrid, ha disfrutado de diez penas máximas. El que más.
Pese a todo ello, Simeone aseguraba en rueda de prensa que con el revuelo que viene habiendo en las últimas semanas con los árbitros (el comunicado de Gil Marín tras el derbi de Copa, el escándalo del Barcelona y Negreira...) está más «tranquilo» respecto a la actuación de Gil Manzano. Más tranquilo, como su vestuario.