Otra caída de Contador y la maglia rosa para Aru

El día venía tenso por la lluvia pertinaz en Venecia y su entorno y ese presagio se consumó en la larga avenida de entrada a Jesolo, un antiguo feudo de agricultores convertido hoy en destino turístico, plan B para Venecia. Allí se cortó el pelotón por un desliz de un corredor y, como una ola, se partieron ilusiones.

Contador quedó a la intemperie, sin bici, buscando un alma gemela que le ayudase entre tanto ciclista tumbado. Lo encontró en Matteo Tossatto, el veterano italiano que le prestó su montgura para que aterrizase en la meta con los dientes apretados y el agobio en el cuerpo.

Lo mismo le sucedió a Richie Porte, el australiano que no levanta cabeza. Se agenció la bicicleta de Kyrienka y, sin poder sentarse en el sillín por la diferencia de estatura, ganó la línea de meta con otro roto en la hoja de servicios (más de dos minutos).

El sprint del grupo también se vendió caro. Ciclistas afilando la postura para sortear la estrecha avenida de cierre y las rotondas. Ganó Modolo, otro velocista a la nómina del Giro.

Este sábado se disputa una etapa clave, la contrarreloj individual de 59,4 kilómetros, con salida en Treviso y llegada en Valdobbiadene, con un trazado suave al principio, pero bastante quebrado en la parte final.