Mucho más que vídeos de bodas y bautizos

El desarrollo e implementación de estas nuevas estrategias técnicas, y, en concreto, la espectacular transformación de los teléfonos móviles, capaces de aportar incesantes y exponenciales mejoras en sus sistemas de captación de imágenes en movimiento, así como la emergencia de programas y métodos de edición más sofisticados y fáciles de usar, ha supuesto análogamente la posibilidad de su acceso a cada vez más amplios sectores de la sociedad, causando una auténtica democratización audiovisual. Una circunstancia a la que tampoco ha sido ajena en absoluto la ubicua presencia de las redes sociales.

De esta forma, hoy, cualquier persona que tenga posibilidad de acceder a estas sencillas tecnologías está capacitada para realizar, producir y distribuir obras en formato audiovisual que puedan alcanzar un amplio espectro público dentro de un contexto mundial. Factores, que, por otra parte, han permitido al arte audiovisual posicionarse legítimamente como producto con valor de obra de arte, tanto a nivel de mercantilización como de exhibición institucional.

Esa facilidad, accesibilidad y popularización en el manejo y la gestión de productos audiovisuales está profundamente imbricada en la muestra recientemente inaugurada en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque de Madrid. 'Hecho en casa. Videoarte doméstico actual en España', un proyecto expositivo que reflexiona y analiza este fenómeno, presentando una selección de veinte obras de arte audiovisual realizadas en nuestro país en los últimos diez años empleando medios y procesos tecnológicos no profesionales. El propio calificativo 'doméstico' incluido en su título nos da buena cuenta de ello.

El proyecto ha sido comisariado por Carlos Trigueros Mori, artista y docente especializado en videocreación, y se articula en dos fases, con diez obras cada una, que tienen como línea divisoria –coincidiendo no casualmente con la pandemia– la ruptura generacional entre artistas que iniciaron su formación con procesos analógicos y aquellos que ya pueden ser considerados nativos digitales de pleno derecho, también conocidos como Generación Z, y que se expondrá en el mismo espacio después de esta primera entrega.

En ambas instancias se observa una interesante y elocuente coincidencia, lógicamente con sus respectivos rasgos diferenciales, en lo que se refiere a una visión crítica y muy personal de las 'home movies', o vídeos caseros, productos habitualmente edulcorados, defectuosos y convencionales.

Como se nos señala en la propuesta el videoarte doméstico, en combinación con todos los factores expuestos, venía irrumpiendo lentamente –si podemos usar este término para hablar del arte más actual– desde la década de los años 90, tal como había intuido el especialista Eugeni Bonet en una publicación y exposición seminal de 1995, 'Señales de vídeo'.

Esta primera fase supone en general una propuesta bien armada, tanto desde el punto de vista de exhibición, con un montaje ágil y atractivo, como desde una perspectiva estructural y conceptual. Dentro de las obras mostradas por los diez autores presentes destacan Florencia Aliberti, con un conjunto de vídeos de Youtube en los que aparecen anónimos adolescentes a merced de las opiniones ajenas, una práctica preocupantemente habitual hoy en día; Alberto Ardid, con una suerte de metavídeo autorreferencial sobre el propio medio; Martín Mur, reflexionando experimentalmente sobre diversos registros lumínicos dentro de una atmósfera de onirismo; Borja Rodríguez, que consigue convertir en presencia, de forma inquietante, la ausencia de personas en espacios domésticos que no deberían aparecer vacíos; o Salvi Vivancos, quien recupera material de cine casero en pequeño formato, mostrándolo aleatoriamente, casi desde una distante estética duchampiana.

'Hecho en casa. Videoarte doméstico actual en España'

Colectiva. Centro de Cultura contemporánea CondeDuque. Sala de Bóvedas. C/ Conde Duque, 11. Comisario: Carlos Trigueros Mori. Hasta el 18 de octubre (primera fase) y del 19 de octubre al 19 de noviembre (segunda fase)

Como complemento al proyecto expositivo se presentará en noviembre una Red Universitaria de Arte Audiovisual (RUA Audiovisual), repositorio de obras seleccionadas dentro de este medio y plataforma de intercambio audiovisual entre las facultades públicas de Bellas Artes. Una iniciativa que puede ser pertinente y eficaz.