Arco 2024
Juan Silió: «Somos más una familia que una relación laboral»
arte
El galerista explica su trabajo y su papel en el mundo del arte. Y pone en alza la «generosidad» que deben mostrar su profesión con los nuevos artistas
La pluralidad del arte: Juan Silió y sus matices
Juan Silió en la puerta de su galería de Madrid en la calle Dr. Fourquet
Juan Silió siente que, al ser galerista, tiene una gran responsabilidad. Se define como un «apasionado del arte». Este es el legado de sangre que le transmitió tanto su abuelo como su padre. Desde el año 2006 dirige la galería que fundó ... su progenitor. Primero en Santander y, desde hace unos años, también en Madrid. Esta firma aterrizó en la capital madrileña un mes antes del confinamiento. Sin embargo, en este periodo la actividad de la misma no se estancó. De hecho, fue uno de los mejores años, según el director. Sin nuevos proyectos en mente más allá de seguir estableciéndose, todos sus focos están sobre la feria ARCOmadrid.
—¿Cuál cree que es la regla número 1 que debe seguir el galerista?
—Pienso que debe ser un tema pasional, pero me inclinaría por la honestidad. Tienes que ser honesto y fiel a tu criterio. Al elegir una línea para la galería debes ser consecuente con ella.
—Sigue los pasos de su padre y de su abuelo. Empezó a trabajar en la galería cuando su progenitor aún la dirigía… ¿Cómo recuerda su inicio en el mundo del arte?
—La primera exposición que organicé fue de Joan Fontcuberta sobre el año 2000, con mi padre aún al mando. Me acuerdo que me dijo: «Esta exposición la vas a llevar tú solo, no te voy a ayudar en nada». A partir de ahí intenté dar una visión más internacional a la galería. Pero mi principal apuesta fue añadir nuevas disciplinas: fotografía, vídeo, instalaciones… Materias que mi padre, por una cuestión generacional, no había tratado ni conocía. Tuve suerte de que me dejara actuar con libertad.
—¿Cómo definiría la línea actual de Juan Silió?
—Estamos enfocados en una generación de media carrera, en torno a los 40-50 años, sobre todo españoles. Desde aquí creemos que estos artistas han tenido problemas para exponer y mostrar su trabajo. La galería se ha declarado como una abanderada de esta generación.
—¿Y qué es lo más importante en la relación que mantiene con ellos?
—Nosotros damos mucho valor al trabajo diario con los artistas. Nos consideramos más una familia que una relación laboral. Al formar parte de la misma generación, muchos de los autores con los que trabajamos se conocen de antiguas exposiciones. Para mí, una de las cosas más importantes de la galería es que haya buen trato entre todos sus miembros.
—Con esta especie de hermandad, ¿hay crítica entre los trabajos de los diferentes artistas?
—Hay crítica, pero sobre todo hay respeto. Incluso hablando distintos lenguajes. Además, hay un punto importante: la generosidad, también en ellos, a la hora de valorar el trabajo de los otros. Por ejemplo, en la inauguración de una exposición es recurrente la escena de un coleccionista preguntando a otro artista ajeno a la obra sobre el trabajo. Los compañeros siempre saben explicarlo.
—¿Hacia dónde está mirando el panorama internacional del mundo del arte?
—Ahora todas las miradas están puestas sobre la feria ARCO. Creo que después de la crisis del covid, el mercado está afianzándose correctamente y el coleccionista está volviendo a comprar. Las citas que tenemos ahora con los artistas son para saber qué vamos a llevar a ARCOmadrid y ARCOlisboa. Llevamos ya 30 ediciones a las espaldas. Es una feria, la de la capital, en la que nos sentimos muy cómodos. Sobre todo desde que llegamos aquí, en 2020, nos parece más nuestra la feria.
—Ahora que ha mencionado Madrid: en unas semanas, esa sede va a cumplir cuatro años. ¿Cómo le ha acogido la capital española?
—Es mi segunda casa. Para mí, Madrid no era terreno desconocido: he vivido aquí, tengo familia aquí y muchos clientes que conservamos de la época de mi padre, cuando nos llamábamos Fernando Silió, son de la capital. Tenía como objetivo que, cuando cumpliera 50 años, abriría una galería en Madrid. Aunque 20 días después decretaron el estado de alarma... Si el confinamiento hubiese empezado en octubre de 2019 y no en marzo de 2020, no sé si me habría embarcado a abrir la galería de Madrid.
—¿Qué piensa de la concepción que tienen los jóvenes sobre el arte?
—Cuando estaba en el colegio, con 15 años, iba a ver exposiciones en la hora del recreo. Sin embargo, cuando empecé en la galería de Santander noté que no había gente joven en ellas. No encontraba a mi yo de 15 años en la galería. Para fomentar el arte entre los más jóvenes hemos creado un programa, que se puede visitar en Santander, llamado 'Cuarto de invitados'. Ha alcanzado ya la quinta edición. En ella participan artistas muy noveles que no han tenido ocasión de exponer sus obras en un espacio acorde. Esta exposición es colectiva, dirigida a personas que no están vinculadas al mundo del arte. Por tanto, prestamos la galería de Santander para darles voz.
«Si el confinamiento hubiese empezado en octubre de 2019 y no en marzo de 2020, no sé si me habría embarcado a abrir la galería de Madrid»
Juan Silió
Galerista
Es un acto de generosidad y de responsabilidad. Las galerías debemos facilitar la llegada de los artistas más jóvenes al mercado, pues hay muy pocas en relación al número de creadores. Por eso propuse esta iniciativa que creo que ha funcionado estupendamente: la galería siempre está llena, y sobre todo de gente nueva. En cada exposición intentamos realizar alguna actividad, como una noche de sesión musical con un disc-jockey, para atraer a la juventud. Entendemos que, ahora mismo, en un mundo en el que todo es fácil para los jóvenes, si no ofreces algo más allá de la exposición, no vienen.
—Es una exposición de jóvenes para jóvenes. ¿Cuál cree que es su papel ahí?
—Me obliga a estar muy pendiente de las nuevas generaciones. Me renueva. En 2022 tuvimos una exposición sobre las relaciones que se crean en redes como 'Tinder'. La gente joven usa este tipo de aplicaciones en el día a día, mientras que mi generación no sabe nada de ellas. De repente tienes a unos jóvenes que te hablan de unas relaciones sociales que la galería no conoce. De este modo, también se consigue que los coleccionistas aprendan de sus hábitos.
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