LIBROS
Gabriel Albiac, memorias de un crítico sin límites
ENSAYO
El pensador publica las memorias extraordinarias de un clandestino que, para bien de sus lectores, no ha dejado de serlo
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Iniciar sesión«Sin rencor alguno. Estuve en política cuando la máscara de la clandestinidad la hacía hermosa, deseable. Y, en términos generales, me lo pasé bien. Alzadas las máscaras, quedó el asco. En el persisto.» Será asco, pero es de una elegancia sofisticada e inteligente. Gabriel ... Albiac (Utiel, 1950) ha escrito unas memorias que emocionan, conmueven, enganchan y dibujan a una persona, no a un personaje, que siempre, sí, ha estado en tierra de nadie, y, lo mejor, es que ha salido ileso. Esto aquí, tiene mucho mérito. Porque como bien advierte en sus páginas: «Y he aprendido que sí, que somos clandestinos todos. Los libres. No hay libertad que no lo sea.» Porque todo el libro gira en torno a la libertad, a la sacrosanta libertad del individuo, siempre amenazada por el poder, y aquí entran todos. Clandestino, incluso, de sí mismo. No es habitual en el común de las memorias escritas no ya en España sino en español, un grado de confesión como el que aparece en estas páginas.
Memorias que no autobiografía, ni diario. Memorias, es decir, fogonazos recuperados del archivo en el que se conserva, como relámpagos azarosos, con celo y rabia, lo que pasó. Como bien escribió Albiac en su monumental ‘La sinagoga vacía’ (Premio Nacionald de Ensayo 1988), la autobiografía es una especie de suicidio consentido, las memorias, no. Son una conversación a sangre y fuego con uno mismo, y si no, y se nota cuando no es así, resultan un patético centón de anécdotas sin mayor interés que el que le puedan reportar a su autor.
ENSAYO
'En tierra de nadie'
- Autor Gabriel Albiac
- Editorial La Esfera de los Libros
- Año 2022
- Páginas 440
- Precio 24,90 euros
Nada que ver con Albiac. Catedrático de Filosofía, en cuánto se puede coincidir con él, por ejemplo en su muy brillante descripción de la burbuja académica. Albiac escribe para que se le entienda; para conocer; su curiosidad no tiene límites, su carácter profundamente crítico no tiene fronteras, ni políticas, ni ideológicas, ni intelectuales, por ello se mueve, enhorabuena, en tierra de nadie.
Prosa ágil
Su prosa ensayística invita a la reflexión (la de verdad), provoca en el lector la crítica ante la realidad circundante; conmueve al lector en su ingreso a un mundo interior en el que los libros han sido la guía, el norte, el ser de una vida entregada a conjugar en una frase, en un párrafo, en una página aquello de Unamuno: «siente el pensamiento, piensa el sentimiento.» Y la biblioteca, el centro del laberinto.
Su escritura es ágil y profunda, cercana y rigurosa, amena y provocativa. No es fácil contemplarse en el gran teatro del mundo (y no digamos del esperpento), en esa vida «llena de ruido y de furia» (Shakespeare), como un notable huérfano del 68 y contarlo, sin miramientos. El año que cambió la sociedad para bien y para siempre. Cada uno es único, no habrá otro igual y eso hay que sentirlo, como se siente que el fin del mundo, recuerda, acontece a cada generación.
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