LA GRAPA
Los chicos de la playa
Ahora que Brian Wilson (1942) se ha perdido en sí mismo, enfermo de demencia y viudo del amor de su vida, se cierra la obra de los hermanos Wilson
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Ahora que Brian Wilson (1942) se ha perdido en sí mismo, enfermo de demencia y viudo del amor de su vida, se cierra la obra de los hermanos Wilson. Ellos —Brian, Carl y Dennis— al lado de su primo Mike Love, su amigo Al ... Jardine y diversos colaboradores (Bruce Johnston, David Marks, Van Dyke Parks…) sedimentaron el imaginario californiano de los cincuenta: mar, sol, chicas, diversión. Disney+ ha tratado de contarlos en 'The Beach Boys: The documentary' con Love, Jardine y Johnston y archivo de los Wilson. Y no lo ha conseguido. El director Frank Marshall se centra, con una narrativa lineal, en la historia de su infancia hasta el declive setentero y la muerte del excelso Dennis. Con la obsesión de Brian Wilson por las polifonías, las instrumentaciones psicodélicas o la experimentación, asombra lo monocorde del metraje.
Tras el tremendo despliegue disney-beatlemaniaco —el 'Get back' de Jackson, el reestreno de 'Let it be' de Lindsay-Hogg— sorprende la pobreza de trato a sus compañeros de generación. Se rasca la relación con el padre Murry Wilson, se tergiversan las fricciones internas, se agua la creación de 'Pet sounds' —mismos lugares comunes sobre su competencia con los Beatles—, se despacha el trágico cruce entre Dennis Wilson y Charles Manson. Sólo se salvan las canciones: 'I get around', 'God only knows', 'Wouldn't it be nice', 'Surfer girl'...
A pesar del artificio, emociona la coda del documental
Noquea teclear estos títulos. Si quieren domar a los Beach Boys cómprense los libros 'Bendita locura' de González Balsa, 'Brian Wilson, The Beach Boys y el mito de California' de David Leaf o 'Yo soy Brian Wilson' de Brian Wilson o vean 'Endless harmony' de Alan Boyd, infinitamente más acertados y ágiles.
A pesar del artificio, emociona la coda del documental. Arropados alrededor de Brian Wilson, los que quedan, ancianos, se despiden de él, de la playa, del surf y del mar. De nosotros, también. Resuena aquella frase de Lennon cuando le preguntaron por un reencuentro de los Beatles: «No nos juntaremos de nuevo pero ahí quedan los discos».
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