La talaverana
Enero
Los años naturales u orbitales, esos que festejamos cada primero de enero, son una pauta compartida en todo el mundo
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Iniciar sesiónNo hay nada más parecido a la quietud que los cambios regulares. Por eso el paso del tiempo se hace menos terrible al expresarse a través de los ciclos. Los días, los años o las estaciones nos permiten regresar y nos dan siempre la oportunidad ... ficticia de que podemos volver a empezar. Como los astros o la huerta. Tal vez este sea el motivo por el que celebramos el cambio de año, como si la nueva cifra fuera a regalarnos una ocasión a estreno para conseguir lo que hasta ahora se nos había hecho imposible. Otro giro en la rueda de la fortuna, o en el tambor del revólver. Según se mire.
Cuando somos nosotros los que cumplimos años festejamos un logro personal: un hasta aquí hemos llegado. Aunque a poco que uno lo reflexione cobrará conciencia de que los años, en el fondo, se cuentan hacia atrás. Cada año cumplido es un año menos. Pero los años naturales u orbitales, esos que festejamos cada primero de enero, son una pauta compartida en todo el mundo, con el mínimo decalaje que imponen los husos horarios. A mí me sigue fascinando que en Sidney puedan vivir durante varias horas en un año distinto del de San Francisco.
Los eneros son siempre nuevos, meses idóneos para fabular promesas
Todo el mundo celebra el año nuevo con una alegría análoga. El cambio de cifra parece que nos sigue haciendo confiar en un sentido velado de la historia en la que el destino manifiesto del progreso nos acercará un poco más a la felicidad soñada. Hoy mejor que ayer, pero peor que mañana. Aunque sea absurdo. Porque el año sólo se celebra desde una perfecta inconsciencia que nos impide conocer qué nos depararán los próximos doce meses. La esperanza de enero es idéntica en las personas que vivirán un año aciago y aquellas otras que gozarán de una pródiga fortuna.
Los eneros son siempre nuevos, meses idóneos para fabular promesas y para confesar esperanzas que pudieron ser secretas. El año nuevo se activa alargando los días en una pendiente que ya apunta hacia un verano. Enero no es tanto el comienzo del año, sino el final de los meses tristes. Cuenten a partir de ahora las horas de sol y sueñen con la playa para la que ya queda un poco menos.
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