Descifrando a Pablo Palazuelo

Su fundamento es la tesis del arquitecto Gonzalo Sotelo-Calvillo, 'Análisis de la geometría de Pablo Palazuelo desde la visión del arquitecto' (2015; publicada en 2021 por Ediciones Asimétricas como 'Pablo Palazuelo. La vida onírica de la línea') y, citando su ensayo para el catálogo, en ella «se reúnen por primera vez las doce obras y los doce proyectos que mejor ilustran la aproximación más directa que operó Pablo Palazuelo entre sus investigaciones geométricas y la arquitectura».

Sí, los croquis, dibujos, acuarelas, maquetas y bocetos escultóricos aquí reunidos –todos inéditos y procedentes de la Fundación Pablo Palazuelo– han permitido «perfilar las diversas etapas hasta reconstruir su método creativo, donde destaca el intenso uso de papeles traslúcidos […]. El protagonismo de sus composiciones reside en la línea. Un trazo dotado de una componente poética heredera de la 'línea que sueña' de Paul Klee».

Y aquí están, efectivamente, tanto el misterioso trabajo de Palazuelo con los calcos, perfectamente recreado en un vídeo, como Klee y Kandinsky –entre otros préstamos del Museo Reina Sofía y el Museo Thyssen– y, por tanto, el proceso de creación de todos sus proyectos arquitectónicos y monumentales acompañado sala por sala de aquellos cuadros y esculturas que el artista estaba realizando en aquel momento.

La relación no del todo feliz de Palazuelo con la arquitectura se inicia en la School of Arts and Crafts de Oxford, donde estudia entre 1933 y 1936, aunque debido a la Guerra Civil no termina la carrera. En aquellos años de formación, que prosiguen en París adonde llega becado en 1948, sienta las bases de su sistema –«hago lo que hacen los biólogos, aíslo ese fragmento, lo pongo en otra página, cojo un calco y empiezo a desarrollar eso otra vez, (…), otra familia inagotable»– estudiando a Klee, a Matilda Ghyka, los entrelazados geométricos árabes e incluso «un misterioso tratado de una civilización oriental del que Palazuelo nunca reveló su contenido».

A partir de ahí van sucediéndose los nueve episodios en los que se ha dividido –de forma novedosa e imaginativa– su periplo: 'Cerramientos habitables', el proyecto de hotel para la calle Princesa, de 1961; 'Reforma de la residencia en La Peraleda, Galapagar (1950-65)'; 'Rehabilitación del Castillo de Monroy (1970-85)'; 'Construcciones laberínticas', dedicado al proyecto de instalación en los salones Hisa y al artesonado en la casa Huarte (1965); 'Extensión horizontal', donde se estudian su pintura para el vestíbulo de Bankinter (1974-77) y su escultura para el Congreso de los Diputados (1984).

También 'Límites verticales', donde están su proyectos para el Banco de España (1988) y el Auditorio (1989); 'Umbrales de tránsito'; 'Dibujos lumínicos'; 'Diseño doméstico' y 'Dimensión urbana' –sus proyectos no realizados para el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana o la Avenida de la Ilustración–.

Y, en el catálogo, explicaciones convincentes sobre el proceso de este maestro de la geometría: un Palazuelo para arquitectos y para los entusiastas de su módulo secreto.