LIBROS

La democracia, ¿una mala forma de gobierno?

Ensayo

Libro fundamental de Mogens H. Hansen para darnos cuenta de que las democracias actuales siguen sin superar sus conflictos

Mogens Herman Hansen, filólogo clásico especialista en la democracia ateniense y en la polis.

Por la información que aporta Mogens H. Hansen, la democracia ya desde su creación y puesta en marcha durante la antigua Grecia, fue objeto de múltiples disputas y controversias. Muchos afirmaban que esta forma de gobierno era mala, lo mismo que tanta libertad e ... igualdad. Los historiadores han recogido más documentación en contra que a favor. Por ejemplo, Sócrates, Platón o Aristóteles no fueron totalmente complacientes, pues seguían admirando a Esparta, todo lo contrario que Atenas. Sin embargo los autores teatrales Esquilo y Eurípides defendieron siempre la soberanía popular. Ya entonces la democracia podía ser directa o asamblearia; o indirecta, parlamentaria y representativa. La primera siempre produjo cierto temor por el peso temperamental y poco racional de las masas.

Mientras que la segunda siempre ha sido más segura. Es en Suiza, ya desde la Edad Media, donde se reprodujo la forma más cercana a la griega. Cuatro cantones y cuatro medio cantones han sido gobernados por asambleas del pueblo, cinco de las cuales todavía existen. Aunque hoy los cantones son unidades subordinadas con poderes locales limitados, en su día eran estados soberanos gobernados por una democracia directa. La Asamblea Municipal de Nueva Inglaterra tuvo una democracia directa, pero solo a esa pequeña escala. También Rhode Island, en 1647, tuvo una constitución democrática.

Ensayo

'La democracia ateniense'

  • Autor Mogens H. Hansen

Clístenes (508/7 a.C.) introdujo la forma de gobierno directa, abolida por los macedonios en el 322/I a.C. Otras ciudades estado tenían constituciones democráticas. Pero la mayor información nos la proporciona Atenas, una democracia directa. Pero no fue el único gobierno popular conocido por los griegos. Aristóteles en su 'Política' habla de un tipo de democracia en la que la única función de la Asamblea del Pueblo era elegir a los magistrados y luego pedirles cuentas. El lugar de esta se encontraba en la colina Pnyx, justo al otro lado de la colina Areópago.

La mayor información nos la proporciona Atenas, una democracia directa

Aunque a lo largo de los siglos fue reconstruida varias veces, la excavación del año 1930 sacó a la luz los cimientos clásicos. En las laderas de la Acrópolis, en el Ágora, y en el Cementerio del cerámico, se han encontrado miles de óstracos, se conservan unos diez mil. Eran fragmentos de tejas donde se inscribía el nombre o se tachaba el de aquel que merecía el ostracismo. Es decir, diez años de destierro. Muchos líderes políticos fueron cesados de esta forma. En las excavaciones del Ágora apareció la base de mármol de la estatua erigida por los atenienses alrededor del 330 a.C., a la diosa 'demokratia'. Hay referencias a los pagos a los tesoreros de Atenea, así como de las ofrendas a la diosa.

En papiro

Hansen en este libro exhaustivo, nos instruye igualmente de los modos, maneras y miembros de la Asamblea; la publicación de leyes con sus inventarios y contabilidad; de los tesoreros de Atenea; del Comité de subastas y de los superintendentes de los astilleros. Toda la documentación se redactaba en papiro, en tableros blanqueados o en piedra. También en 'stelai' de mármol, por ejemplo, la lista de deudores del estado que se custodiaba en la Acrópolis. Hay también documentos en bronce, pero son más raros. Los discursos, la retórica y la elocuencia hacían destacar a unos políticos sobre otros. Por eso tomaban clases. Los atenienses se vanagloriaban de sus grandes oradores.

Abundaban los panfletos a los que se les consideraba como discursos no dados. Algunos han sobrevivido. En el Libro VIII del 'Político' de Platón, lo mismo que en el libro III de la 'Política' de Aristóteles, se describe la degeneración de las constituciones y el desprestigio de las democracias. Eran mejor que la tiranía y la oligarquía, pero no inferiores a la monarquía y la aristocracia. La mejor opción para ellos era una mezcla de esto último con la democracia. Hansen nos habla también de la Constitución ateniense, las clases sociales, la selección de magistrados por sorteo, la Ley de ciudadanía de Pericles (extremadamente restrictiva), de Atenas como Ciudad Estado, de la democracia como ideología: la libertad, lo público y lo privado, la igualdad, los derechos de ciudadanía y los deberes. Los impuestos fueron implantados por la democracia. Uno se conocía como 'Eisphora', y el otro como 'Liturgias'.

Nos instruye igualmente de los modos, maneras y miembros de la Asamblea

El primero era un impuesto esporádico por las guerras, implantado por un decreto de la Asamblea. Lo pagaban fundamentalmente las clases pudientes. Las 'Liturgias' le evitaban al Estado una serie de gastos, por ejemplo, las fiestas religiosas o las costas de la flota. También era pagado por los ricos. Los extranjeros y los esclavos tenían sus respectivos estatutos.

Procedimientos

Hansen desmenuza todos los procedimientos para ser admitido en la Asamblea, así como su funcionamiento: número de asistentes, convocatorias, número de reuniones, días de las mismas, duración, disposición de los asistentes, presidentes, debates, límites de los mismos, decretos y leyes, y cumplimientos. El Tribunal del Pueblo designaba a los grandes tribunales de jurados que eran la seña de identidad de la democracia. Hansen, profesor vitalicio de varias universidades, se refiere igualmente a los jurados por sorteo, a los magistrados, las partes, las pruebas y demás. Es este un libro fundamental para darnos cuenta de que las democracias actuales siguen sin superar los conflictos de su propia construcción.

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