Roberto Arlt, el porteño rabioso

Pocos escritores como Arlt para poder entender a otros. A Cortázar, a Onetti , y hasta a Borges . Pero no son menos necesarias las lecturas de todos los citados, y algunos más, para entender a Arlt.

Estos dos libros que la editorial Drácena reedita vienen al rescate del Arlt menos frecuentado. « Las ciencias ocultas » es un ensayo conciso en el que se hace suma y resta de las teorías que Helena Blavatsky y el coronel Olcott habían difundido para beneficio de la literatura fantástica. Pero, muy borgiano, parece que quiere atribuir a las doctrinas teosóficas el único mérito de la estética.

Sordo a esa «música de las esferas» que embaucó al Lugones de « Las fuerzas extrañas » en busca de la unidad primordial, Arlt cierra su reflexión sobre el espiritualismo apelando a la necesidad de construir un nuevo orden social . Intuyó así la caducidad de las especulaciones decadentistas y tocaba a rebato para construir un orden social diferente.

« El amor brujo » es tal vez un apunte de los intereses que desvelaron a este lector de Dostoyevski y de Rocambole . En él asistimos a los delirios de un arquitecto empeñado en construir un sistema moral nuevo para su vida rutinaria. Casado y padre de un hijo, Estanislao Balder descubre que su vida es desgraciada cuando prende en él la llama de un amor puro , Irene, una joven estudiante de piano.

«El hombre en cualquier extremo de la pasión, es un espectáculo extraordinario», nos advierte el narrador de la novela, y la trama nos acerca a la conciencia desordenada y cínica de este ser de ética desquiciada con reflejo en múltiples protagonistas ignominiosos a los que Arlt dio vida, que son su seña de identidad y la prefiguración de toda la obra de Juan Carlos Onetti.

Precisamente debemos al escritor uruguayo el retrato más emotivo y también el más despiadado del narrador porteño. Arlt asimiló a Dostoyevski en cuerpo y alma . Por este orden, pues un padre inhumano le anunciaba la paliza que le daría por la mañana y él pasaba las noches velando a la espera del castigo implacable. El novelista, Arlt, trasladará ese sadismo a su prosa y Onetti reconocerá allí la atracción del infierno, tan temido.

La colección de Drácena Ediciones nos descubre obras infrecuentes y necesarias . «El amor brujo» y «Las ciencias ocultas» completan el retrato de Arlt, como « Xaimaca » el de Güiraldes o « De milagros y melancolías » el de Mujica Láinez .