Hazte premium Hazte premium

TEATRO

«En la orilla», la miseria moral de la gente corriente

Adolfo Fernández sube a escena «En la orilla», la multipremiada novela donde Rafael Chirbes realiza un descarnado retrato de la crisis. La cita en el Teatro Valle-Inclán de Madrid

Adolfo Fernández, director de «En la orilla», en la puerta del Valle-Inclán Maya Balanya
Carmen R. Santos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es un todoterreno del mundo teatral . Nacido en Sevilla, en 1958, y afincado en Bilbao desde la infancia, Adolfo Fernández es actor, director, productor y adaptador, actividades que, señala, suele compatibilizar, y más, subraya, en momentos como los actuales, donde la realidad escénica impone la «diversificación de tareas». No obstante, confiesa, que no quiere hablar de la crisis del teatro, pues «darle vueltas y vueltas, regodearse en ello, resulta cansino y no soluciona nada. No queda otra que seguir adelante. Ahora, la bajada del IVA, ¡por fin!, supondrá un indudable respiro, aunque tampoco hay que echar las campanas al vuelo».

Adolfo Fernández tiene en su haber una larga trayectoria en cine, teatro y televisión . En este último medio, ha participado en series muy populares como «Policías, en el corazón de la calle» , donde daba vida a uno de sus personajes principales, Carlos Gándara Guzmán. Tras trabajos, entre otros, como la adaptación y dirección escénica de la novela «La flaqueza del bolchevique», de Lorenzo Silva, se ha enfrentado al que califica como «el mayor reto emprendido hasta ahora »: llevar a las tablas «En la orilla», novela con la que Rafael Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 1949-2015) -autor también de «La buena letra», «Los viejos amigos» y «Crematorio», entre otros títulos-, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa, el de la Crítica, y el Francisco Umbral, a la vez que fue considerado el mejor libro del año 2013 por prácticamente todos los suplementos culturales. El resultado del desafío que ha abordado Fernández -compartiendo la adaptación de «En la orilla» con el dramaturgo Ángel Solo -, puede verse en el madrileño Teatro Valle-Inclán hasta el 21 de mayo -después iniciará una gira por varias plazas-, en un ambicioso montaje dirigido por el propio Fernández -quien asimismo interpreta al personaje de Pedrós-, y con un elenco formado por Sonia Almarcha, Marcial Álvarez, Rafael Calatayud, César Sarachu, Ángel Solo y Yoima Valdés.

Sin anteojeras

Para que la iniciativa de Adolfo Fernández haya llegado a buen puerto han aunado fuerzas el Centro Dramático Nacional (CDN), La Pavana/Diputación de Valencia y Emilia Yagüe Producciones. Y también K Producciones , fundada por el propio Adolfo Fernández en 2002, con la que ha puesto en pie, entre otros montajes, el citado «La flaqueza del bolchevique», «Ejecución hipotecaria», de Miguel Ángel Sánchez; «La charca inútil», de David Desola; «Cantando bajo las balas», de Antonio Álamo; y «Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini», de Michel Azama.

Una escena de «En la orilla» Sergio Parra

Precisamente Fernández apunta que la figura de Rafael Chirbes le recuerda a la del director italiano, a la vez que explica que quedó deslumbrado por Chirbes desde que empezó a leerle: «Era un intelectual como ningún otro, y he frecuentado a muchos. Para mí tiene numerosas concomitancias con Pasolini , en el que me sumergí para encarnarlo en la pieza de Michel Azama. En ambos prevalece la absoluta libertad, cómo se cuestionaban la realidad, sin anteojeras, y sin atenerse a lo que aparentemente se esperaba de ellos. No olvidemos que, por ejemplo, Pasolini tomó partido por la Policía en Mayo del 68. El pensamiento de Chirbes era desconcertante, abría vías insospechadas. No ocultaba su ideología, pero no era ortodoxo ni esta le condicionaba. Muy revelador es que sobre los nuevos movimientos, aunque destacaba y elogiaba que no robaban, no dejó de advertir que debía tenerse cuidado si surgen solo de la rabia, sin reflexión ni sustrato ideológico. Siempre, desde el mismo momento en que empecé a leer sus novelas, me tentó y propuse llevar alguna a escena, me fascinaban sus paisajes de truhanes reconocibles, cómo plasma la nefasta destrucción de valores, esos personajes que pueblan sus narraciones, y que son arrastrados por la fantasía de vanas burbujas ».

«Es una obra dura y decidimos no restarle ni un ápice a esa dureza. Pero también es catártica», señala Adolfo Fernández

¿Por qué la elección de «En la orilla»? Aclara Fernández: «Cuando decidí embarcarme en el proyecto, la novela no estaba aún tan multipremiada como luego ocurrió, de lo cual, naturalmente, nos alegramos infinitamente. La elegí sobre todo porque notrata de las elites, como en "Crematorio", sino de la podredumbre, de la codicia , de la miseria moral de gente corriente, cercana. No echa balones fuera, la corrupción no es solo de la política, nos refleja como en un espejo. Es una obra dura, no se salva nadie. Decidimos no restarle ni un ápice a esa dureza. Lo que se ve resulta elocuente por sí mismo, no es nuestra intención, ni creo que tampoco era la de Chirbes, dar lecciones o moralina . La obra también es catártica, y combina a la perfección el retrato social, con ese estallido de la burbuja inmobiliaria y sus devastadoras consecuencias, con el individual, como un Pérez Galdós, a quien, por cierto, Chirbes tenía en enorme estima. Asimismo encierra unos personajes que dan juego. Sobre todo Esteban, que practica esa dudosa eutanasia con su padre y consigo mismo. En los ensayos, he debatido mucho con César Sarachu, que lo interpreta, sobre el personaje. Tiene mucho de despreciable, de cabrón, si se me permite el exabrupto, pero no es de una pieza, tiene matices , es compleja la relación con su padre, con Leonor, a quien pierde por cobardía, e incluso con los empleados de su carpintería. Insistí mucho a César en esto, y creo que sabe trasmitirlo extraordinariamente».

Cara de pasmo

Evoca Adolfo Fernández cuando conoció personalmente a Chirbes : «Fue en un curso que él impartía en Menorca, poco antes de morir. Ya estaba enfermo, pero la verdad es no sé si lo sabía. No era dado a ir a los médicos ni le gustaba hablar de enfermedades. En ese momento yo había pasado por un problema grave de salud, y me preguntó al ver la cicatriz. Pero al empezar a contarle, me interrumpió: "Calla, calla. Comenzamos a hablar de esto, y luego de hospitales, de médicos...". Hubo química entre nosotros, quizá porque teníamos muchas afinidades. De alguna forma, los dos éramos un poco parias del arte. En el curso, en el que pudo comprobarse que sus conocimientos eran apabullantes, le inquirieron con insistencia sobre su método. Se rió mucho y contestó que ninguno, que escribía por necesidad , que cuando una idea le conmovía trataba de liberarla mediante la escritura. Al presentarnos los asistentes al seminario, yo dije que era quien había comprado los derechos de "En la orilla" para llevarla al teatro. Se le puso cara de pasmo y me preguntó si tenía conmigo la adaptación. Claro que la tenía, la primera versión de las que fuimos elaborando Ángel Solo y yo. Lo cierto es que en esa situación tenía un sentimiento ambivalente. Por un lado, obviamente, me interesaba saber su opinión. Pero por otro, por la gran admiración que tengo hacia toda su producción, me daba cierto apuro enseñarle el fruto de mi, digamos, atrevimiento. Pero no quiso leerla, me decía que era algo mío. Y no le insistí».

Comenta Adolfo Fernández que la adaptación fue complicada. Hicieron nueve versiones, e incluso en los ensayos fueron retocando, pues, declara, que «uno nunca esta satisfecho del todo»: «Especialmente intentamos dotar a la pieza de troncalidad. Cuando se lee una novela se pueden releer pasajes, volver atrás... En el teatro no hay esas opciones y tienes que atrapar al espectador desde el comienzo. Entre otras cosas, hemos fundido personajes, y hemos potenciado el marjal como metáfora y elemento vertebrador. Hacemos también que Esteban, el protagonista, rompa la cuarta pared, dirigiéndose directamente al público, sincerándose con él».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación