Miradas que brillan en las series

Ha llegado a Netflix la cuarta temporada de la joya de su corona. Peter Morgan alcanza los primeros años de Lady Di , que en realidad son el origen de la serie, cuando el británico rodó la «precuela» The Queen , que narraba justo lo ocurrido tras la muerte de la princesa. El autor sigue fascinado por su figura y encuentra a una actriz que, sin parecerse demasiado, sabe mirar como Diana de Gales y seducir a la Familia antes incluso que al Príncipe Carlos . Emma Corrin y Josh O’Connor componen una pareja fantástica, en medio de una superproducción que se sostiene aún más en las sutilezas que en el dinero. Solo el cruce de miradas entre Carlos y Felipe de Edimburgo ( Tobias Menzies ) cuando el segundo aprueba la relación justifica el presupuesto.

Sin salir de la plataforma que más derrocha, acaba de estrenarse esta adaptación tardía de un relato soberbio de Jack London que Mateo Gil ya intentó convertir en película hace años. El autor, como se ve, es más versátil de lo que sugieren las incesantes versiones sobre sus historias de perrillos en la nieve.

En su primera serie, el cineasta canario mantiene el título y las intenciones originales del texto, que la propia actualidad mundial ayuda a mantener vigentes. Marta Belmonte y Luis Tosar forman asimismo otra pareja creíble, cada uno con sus colmillos, dentro de una historia a veces ingenua y de verosimilitud discutible, pero siempre entretenida hasta su astuto giro final. Con un poco de vicio, se puede ver de una sentada.

Y del oro del rey de Frigia saltamos al de Moscú, sin salir de España. El cambio de registro de esta comedia de Movistar+ es digno de aplauso, ya que la historia creada por Miguel Esteban , Luismi Pérez y Sergio Sarria no se parece a casi ninguna otra «en cartel», ni siquiera dentro del género. Leonor Watling , Hugo Silva y Luis Bermejo hacen un viaje muy loco, acompañados por un excelente equipo de actores internacionales, casi todos con temibles acentos.

Marc Vigil le da al conjunto una dirección muy personal, que quizá desconcierte al principio. Luego lo seguirá haciendo, pero ya con el espectador de su lado. Las miradas a cámara de Leonor, lo más peligroso, armas aparte, aguantan porque la actriz puede con todo y por el indudable valor de los guiones.

Como los estrenos se amontonan, dejaremos también constancia de la última producción de Nicole Kidman y David E. Kelley en HBO. Si al lector le gustó Little big lies , es difícil que no aprecie este nuevo drama de intriga multimillonaria, en la que Hugh Grant vuelve a hacer lo que más le gusta y durante tanto tiempo tuvo vedado: construir un personaje con sombras.