LIBROS
Cutre melancolía en un Benidorm de tinieblas
Esther García Llovet compone brillantemente una trama que atrapa al lector y que se desarrolla en la ciudad que no duerme
Esther García Llovet (Málaga, 1963)
Tiene Esther García Llovet un estilo brillante, insólitamente original, que atrapa al lector como si fuese un foco que deslumbra. No deja ese lector de seguirla por un Benidorm epítome de la cutrez en una España de turismo barato. La mejor opción estilística de García ... Llovet es alejarse de toda pretensión moralista, y en especial de todo realismo. Un Benidorm que no duerme, de discotecas de guiris borrachos, casinos de rusos, hoteles de medio pelo en rascacielos insólitamente emergidos de la especulación y la mafia , que desafían la raya azul del horizonte marino, no precisaba de realismo alguno, porque esa opción habría necesitado un punto de vista superior, enjuiciador que es el que evita la autora con una inteligente mirada desposeída de todo afán pedagógico.
Por eso el estilo es tan desposeído. Esta novela está narrada a ráfagas de imágenes que se superponen una a otra y que en conjunto suponen una brillante descripción de la melancolía sin fin que esconde su protagonista, Michela, que es uno de los personajes de mayor fuerza que me he encontrado últimamente.
‘Spanish Beauty’. Esther García Llovet. Anagrama, 2022. 132 páginas. 16,90 euros
Fauna urbana
Es policía y trapichea con todo, mimetizada a una fauna de jóvenes colgados, magníficos resultan los trazos de Martin y de Oliver, que la conocen y a la que prestan servicio. Una leve trama argumental, a modo de ‘thriller’ sirve a García Llovet como el mínimo indispensable para urdir un paseo por lo que a ella más interesa: la fauna urbana, como si Benidorm fuese un bosque animado de fieras sueltas cada una a su afán, al modo de zombis en las horas en que la madrugada sigue siendo el paréntesis entre noches de farra.
El pretexto, un mechero que posee un ruso y que había pertenecido al padre de Michela, un inglés llamado Kyle, que es el fantasma que la novela persigue encontrar , siguiendo la pesquisa de la hija. Ser inglés, haberse educado en la cultura ‘rock’ de los sesenta, prendado de una costa de sol y playa que fue emblema del turismo emergente, y ha terminado siendo un lugar donde se mezclan ‘hooligans’ de Manchester y turistas del Imserso.
Emblema del turismo emergente y lugar donde se mezclan ‘hooligans’ y jubilados
Esta novela tiene descripciones de edificios a medio hacer, solares donde todo puede ocurrir que han sido vistos para ser objetivo de la fuerza poética del lenguaje que los crea. Piscinas semivacías, estragos geológicos de lugares inhabitados, que se asemejan al falso lujo de una ‘Terra Mítica’ abandonada, lindante con un chalet inmenso donde han venido a habitar decenas de rusos. Otro de los aciertos estilísticos de García Llovet son los diálogos entre Michela y los jóvenes.
No necesitan decir mucho, todo se sobrentiende, el lector queda las más de las veces ahíto de una información que se le sustrae, pero que, ahí radica la gracia de esta novela, no necesita del todo para seguir leyendo. Por eso he hablado de una luz, la del estilo , que deslumbra y te atrapa. Por tratarse en la novela de conseguir algo no revelaré el final, si diré que podría haber sido cualquier otro. En el fondo, Michela, desposeída del amor del padre, lo busca, borracha melancólica en un Benidorm de tinieblas. Les recomiendo que la lean.