Surrealistas, sin saberlo, en la Fundación Juan March

Las vigilias de la razón y las criaturas que han provocado; la belleza de los diferentes encuentros fortuitos (antes, durante y después de aquellos cantados-contados por Isidore Ducasse), hallados sobre la mesa de disección de la imaginación humana; los misterios que alumbran la noche de la vida, con una luz distinta a la de la lógica; la fantasía; lo caprichoso; lo inesperado; lo que no puede explicarse más que con las febriles pupilas del sueño…

Todo ello y aún más sería explorado por el Surrealismo entre los años veinte y cuarenta del pasado siglo, pero no fue sino un nuevo paisaje de una misma geografía centenaria: la que va –literalmente– más allá de la realidad… Arrojar así una retroactiva mirada benjaminiana al pasado desde el presente es lo que ya, en 1936, logró Alfred H. Barr con su mítica exposición «Fantastic Art, Dada, Surrealism» , en el Museo de Arte Moderno de Nueva York . La puerta quedaba abierta para nuevas miradas como la que ahora podemos disfrutar.

«Surrealistas antes del surrealismo. La fantasía y lo fantástico en la estampa, el dibujo y la fotografía» es una muestra que toma ese testigo y quiere pues levantar acta notarial-visual de todas estas presencias, abarcando un extenso período de tiempo que arrancaría con el final del Medievo, pasando por el Manierismo y el Barroco, hasta llegar a los propios años del Surrealismo, ya en el siglo XX.

De esta manera, y a través de casi trescientas obras sobre papel, entre dibujos, grabados, fotografías, libros y revistas, podemos contemplar ejemplos de artistas como Martin Schongauer, Durero, Erhard Schön, Hendrick Goltzius, Jaques Callot, Piranesi, Francisco de Goya, Odilon Redon, Paul Klee, Hannah Höch, Pablo Picasso, André Masson, Salvador Dalí, Man Ray, Herbert Bayer, Hans Bellmer, Max Ernst o Brassaï, entre otros.

Un proyecto ambicioso e interesantísimo, que ha sido el fruto de la colaboración de casi cuatro años de trabajo entre la Fundación Juan March y el Germanisches Nationalmuseum de Nüremberg (la mayor parte de las obras expuestas pertenecen a los fondos de la colección de obra gráfica de este museo, especializado en arte alemán de la Edad Media y principios de la Edad Moderna, y cuya directora del gabinete de obra gráfica, Yasmin Doosry, ejerce de comisaria invitada).

La muestra, realmente atractiva de ver, dada la variedad y riqueza de obras expuestas, y el gran número de posibles lecturas que alberga, a lo que hay que añadir un montaje muy sugerente, próximo en muchos casos al espíritu de un gabinete de curiosidades, y en el que destaca asimismo una red de formas tejidas sobre el techo que dieran la impresión de ser el inquietante cubil de una onírica criatura, se estructura en doce apartados, cuyos títulos resultan elocuentes y prometedores: «El ojo interior»; «Espacios mágicos»; «Perspectivas cambiantes»; «Figuras compuestas»; «El ser humano construido»; «El (des)orden de las cosas»; «El Capriccio»; «Metamorfosis de la naturaleza»; «Fantasmagorías»; «Las sombras» y «Sueños diurnos, pensamientos nocturnos». Como complemento a la exposición, se presenta también un interesante ciclo de conciertos y conferencias.