Las interrogantes, a examen en El Molinón

Es decir, que no se puede catalogar como la mejor de las salidas de cara a que el Córdoba encuentre el primero de ese par de resultados que demanda Albert Ferrer para que se vea más luz en un camino que no deja de ser demasiado oscuro. Porque si el catalán obedece a sus sensaciones (se confiesa satisfecho), tampoco estaría de más que mirara hacia abajo. El conjunto blanquiverde arroja un peligroso balance con él en el banquillo de 6 puntos sobre 18 posibles. Ni que decir tiene que eso no ayuda al mantenido discurso del club de luchar por el ascenso, pero parece que no se le cuestiona ni un ápice.

De hecho, el Córdoba está actualmente más cerca de los puestos de descenso a Segunda B con una simple renta de dos puntos. Y, tal vez, sería lo primero a lo que debería de prestarle atención. De ese modo, rebajando expectativas, podría ayudar mejor a una plantilla que se ha visto (y se ve) saturada por las imposiciones que traslada la propiedad, algo que se observa semana a semana. Además, a un grupo de jugadores que en lo que va de Liga no han sido capaces de dar un necesario paso al frente.

Aunque no es menos cierto que el Sporting también llega a la cita con su cierta dosis de exigencia. La pasada semana perdió el rango de principal perseguidor del Eibar y el Deportivo tras caer contra Las Palmas. Y eso le hace saber que hay un rival más en su deseo de volver a la máxima categoría sin necesidad de disputar el play off de junio.

También se da la curiosidad de que ambos conjuntos están a cinco puntos de sus respectivos objetivos (oficiales) por lo que un tropiezo podría resultarle fatal, con el añadido de que si el Córdoba perdiera se vería más atrapado por una corriente negativa que le dejaría a las puertas de encuentros dramáticos ante adversarios directísimos como el Alcorcón, el Hércules y el Mirandés.

Pero si Ferrer y los suyos no quieren pensar en eso, han de dar ese paso al frente esta tarde en uno de los escenarios con más encanto de la categoría. Y, desde luego, por tiempo para motivarse no va a ser después de la ruta en autocar realizada hasta la localidad asturiana. Incluso, hubo un tiempo para realizar una parada en Majadahonda y entrenar en el Cerro del Espino, cuartel general del Atlético de Madrid.

En el mismo, Ferrer ordenó una suave sesión saliendo de dudas (o no) sobre qué equipo disponer en la contienda. Porque, como ya se sabe, por séptima semana consecutiva tendrá que confeccionar una alineación distinta. En esta ocasión, al margen de los resultados, condicionada por el elevado número de bajas en el centro del campo. Esos son los casos de los sancionados López Garai y López Silva, así como del lesionado Abel.

Y especialmente sensible es este último, atendiendo a que tras la lesión de Caballero el cupo de centrocampistas organizadores se ha reducido. Por lo que Ferrer se verá obligado a reubicar de nuevo a Pelayo junto a Luso, siempre que el asturiano se recupere de sus molestias. Ése es uno de los motivos para que Ferrer haya citado a Dani Espejo y cerrar una lista de 19 jugadores.

Pero no sólo hay dudas en el centro del campo, también en la defensa, en la que sólo se confirma que Raúl Bravo regresa, mientras que ocurrirá lo mismo en el ataque con Xisco, quien también vuelve tras cumplir el partido de sanción. Por lo demás, cualquier cosa es posible con Ferrer. Incluso el hecho de que el Córdoba gane en un escenario donde nunca lo ha hecho, ya que tampoco lo ha conseguido en Asturias.

Por su parte, el Sporting volverá a confiar todo en sus balcánicos Lekic y Scepovic, al tiempo que Sandoval duda en su línea de cobertura. Incluso ha convocado al juvenil Julio para completar una lista de un equipo al que sólo le vale ganar. Como al Córdoba. Como a todos.