El Casco Histórico estrena piso

La tarea de embellecimiento de la zona monumental en cuya remodelación se empeña la autoridad municipal, buena parte de ella incluida en el perímetro declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se divide en dos grandes bloques de intervenciones. La primera de ellas supera los 800.000 euros de inversión y se centra en la rehabilitación integral de puntos neurálgicos del casco, como son la calle Roelas y su entorno (en San Lorenzo) y García Lovera y Torres Cabrera en el centro de la ciudad más próxima a Las Tendillas. El principal objetivo del Área municipal de Infraestructuras se ha centrado en todos los casos, según informa este departamento del Ayuntamiento a ABC, en darle lustre a cada uno de los enclaves al tiempo que se recupere su imagen primigenia, tal y como señalaron fuentes de ese departamento del Consistorio a ABC.

120.900 euros en Roelas

La intervención en Roelas y en la calleja de Linzones, que linda con ella, ha supuesto un desembolso de 120.900 euros y ha consistido en reponer los elementos constructivos primigenios, como son el bolo central y la sustitución de las losas de granito que estaban más dañadas y cuya reparación resultaba más urgente.

En este caso, como en los dos restantes, la regla ha sido «seguir a pies juntillas lo que dice el Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Pepch), que indica que cuando se actúe en esa zona se utilicen materiales naturales, y eso hemos hecho hecho siempre», indicaron las fuentes consultadas del Área de Infraestructuras, que dirige la concejala Laura Ruiz.

El protocolo de actuación en García Lovera y en Torres Cabrera ha sido parejo, si bien el coste del arreglo de la primera de las vías ha sido mayor, de tal modo que ha ascendido a 167.700 euros, mientras que el de la segunda ha quedado fijada en 139.000 euros. Esta diferencia presupuestaria se explica porque al intervenir en García Lovera el Consistorio ha aprovechado para adecentar dos bocacalles de ésta, como son las que tienen por nombre Azonaica y Yeso.

Losa de granito

«Lo que hemos hecho en ambos casos ha sido sustituir las baldosas hidráulicas y el asfaltado por losa de granito y de adoquín a la misma cota», señalaron las fuentes municipales ya citadas. El objetivo ha sido conseguir que en esas calles coexistan los peatones y los vehículos, pero siempre dándosele prioridad a los viandantes de forma que sean los vehículos los que se adapten al paso de los caminantes».

Otras tres obras de mejora de lugares neurálgicos del casco histórico benefician a las calles Málaga y Sevilla y la plaza del doctor Emilio Luque, que ha incorporado mármoles y chino cordobés. En todos los casos, los materiales que conformaban la acera y la calzada se han sustituido por materiales naturales. Si el presupuesto ha sido en ocasiones más elevado de lo previsto se ha debido, precisa el Área de Infraestructuras, a que «el granito tiene un precio caro».

El segundo bloque de actuaciones, mucho más económico (172.000 euros), se centra en la reparación de las calzadas de la zona monumental, de forma que en el Ayuntamiento ha repuesto el aslfaltado en las calles en las que el Ayuntamiento ha detectado defectos y daños serios. Se trata de las calles Eduardo Dato, Pérez de Castro, Valladares, Leopoldo de Austria, Barroso, San Álvaro, Ramírez de Arellano, Tesoro y las plazas de Pineda y de San Miguel.

En estas últimas vías el Ayuntamiento ha matado dos pájaros de un tiro, porque, al tiempo que ha renovado el pavimento, ha ensanchado las aceras para que se adecúen a las necesidades del Área de Movilidad, que tiene previsto que por buena parte de ellos discurran los itinerarios escolares seguros por los que los alumnos de los centros educativos puedan desplazarse desde su domicilio, y viceversa, sin sufrir la amenaza de los vehículos a motor . La mayoría de estas obras están acabadas: las que no concluirán en el plazo de una o dos semanas, indicaron a ABC las fuentes del Área de Infraestructuras consultadas. El plan del Consistorio para la creación de rutas escolares seguras establece una decena de itinerarios por toda la ciudad que serán acondicionadas con una única premisa: proteger e incrementar la seguridad de los ciudadanos que se desplacen a pie por la ciudad. Estos diez caminos discurren por los distintos distritos de Córdoba y han sido definidos siguiendo una serie de criterios objetivos, como el volumen de tránsito peatonal, la conexión de edificios de gran interés para los ciudadanos, como ambulatorios, y sedes de administraciones.