El móvil del acusado no aclara sus movimientos clave el día del suceso
Los peritos dicen que es imposible precisar si el procesado acudió por la mañana a su finca, aunque sí detectan un borrado masivo de llamadas entre la desaparición de sus hijos y su arresto
El móvil del acusado no aclara sus movimientos clave el día del suceso
UN testigo lo vio en Las Quemadillas la mañana de autos y una cámara de un centro de inserción cercano captó la imagen de la llegada de un Kia Picanto que podría ser el de su hermana, pero nada más. La pericial según la cual ... José Bretón, que está siendo juzgado por el presunto asesinato de sus dos hijos, acudió a su finca sobre las 11.15 horas el 8 de octubre de 2011, no es concluyente. Así quedó ayer demostrado tras la comparecencia de los expertos que han diseccionado el teléfono móvil del acusado y precisado algunos de los pasos que dio antes, durante y después de los hechos.
Las acusaciones siempre han mantenido que, horas antes del suceso, el procesado se desplazó a la parcela a ultimar la escena del crimen basándose en una llamada que realizó a su exesposa, Ruth Ortiz, a las 10.57. Los informes apuntan que la antena que dio cobertura a esa comunicación fue la ubicada en el Hospital Militar, cuando lo lógico es que hubiese sido captada por la del Góngora, que se encuentra más próxima a la casa de su hermana, donde Bretón dice que estuvo hasta el mediodía.
Así, la conclusión de la Policía según dichos estudios fue, durante la instrucción, que el encausado no podía estar esa mañana en el domicilio de Catalina, tal y como defiende el inculpado, sino que se dirigía hacia Las Quemadillas.
Sin embargo, los expertos que declararon ayer apuntaron que es posible que la antena del Hospital Militar recibiese la señal del iPhone estando el procesado en la calle Jesús del Calvario, donde reside su hermana. «Si la del Góngora, por ejemplo, estaba colapsada, se pudo derivar la señal al otro repetidor», que se encuentra a tan sólo un kilómetro de la citada vivienda, según señalaron dos funcionarios policiales expertos en telecomunicaciones.
Otros dos profesionales del Cuerpo que también declararon en el juicio corroboraron esa probabilidad. Describieron la prueba que efectuaron para comprobar qué antena da cobertura a las conexiones que se realizan en el entorno de Jesús del Calvario: «Realizamos 110 llamadas y ninguna se conectó a la célula del Hospital Militar», dijeron. Aunque también reconocieron que siempre marcaron desde un punto estático, sin cambiar el ángulo ni la altura de su posición. «¿No probaron desde el ático de la casa de Catalina?», preguntó la defensa. «No», contestaron los agentes, dejando sin concretar la ubicación exacta de Bretón la mañana de autos.
El último en sembrar la duda fue Luis Enrique Hellín Moro, perito contratado por la acusación particular para recuperar datos del iPhone de Bretón. Admitió que cabe la posibilidad de que fuera la antena del Hospital Militar la que recogiese la señal de su móvil. Además, matizó que es común, en algunas ocasiones, que salte un repetidor más potente diferente a la que corresponde por la zona, cuando ésta se encuentra saturada por otras señales.
Precisamente, este experto reveló otro dato que beneficia al procesado. El 8 de octubre José Bretón jamás apagó su teléfono. Aclaró que en su informe asegura que el teléfono del acusado careció de cobertura wi-fi durante las cuatro horas claves del caso, estando ya en la finca entre las 13.48 —cuando realiza la tercera y última llamada infructuosa a Ruth Ortiz desde un lugar próximo a la finca— y las 17.49 horas. Pero eso no significa que estuviese apagado.
Por otro lado, Hellín constató que desde unos días antes de ser incautado el teléfono móvil del procesado, se efectuó un borrado de datos relativos a las comunicaciones de voz contenidas en el terminal y se produjo la eliminación de hasta 54 registros de llamadas de la propia base de datos que las almacena.
Además, Bretón, antes de, presuntamente, llevar a cabo ese borrado (o consentirlo), fue visualizando en su móvil cada una de las llamadas relevantes ocurridas durante los trágicos momentos del 8 de octubre de 2011 y, de cada visualización, realizó con el propio terminal una captura de pantalla, a modo de imagen o fotografía, que fue guardando.
Esas llamadas que se cuidó de almacenar son las efectuadas al número de emergencias 112 el día 8 de octubre a las 18.40 horas cuando afirma que estuvo buscando a los niños en el Parque Cruz Conde, y las cruzadas con su familia ese mismo día entre las 18.17 horas (llamada perdida de su hermano Rafael) y las 18.38 horas (llamada entrante de su cuñado José Ortega).
Cambio de la base de datos
Por otro lado, el examen de Hellín, según puso de manifiesto, también evidencia que, desde la entrega por el Juzgado de Instrucción número 4 del teléfono móvil al hermano de Bretón el 16 de noviembre de 2011, hasta su vuelta de nuevo al órgano para un nuevo análisis, se efectuó un segundo borrado de datos. Se eliminaron las llamadas registradas entre el 10 y el 17 de octubre de 2011 a familiares, amigos, policías y otras sin identificar.
El informe especifica que la técnica de borrado se realizó utilizando herramientas de ingeniería sólo al alcance de expertos que actúan directamente sobre el fichero de base de datos. «El que lo hiciera tiene que tener más conocimientos que un simple usuario», destacó el perito. Cabe destacar que Rafael Bretón es ingeniero en telecomunicaciones.
Asimismo, durante la sesión de ayer, dos de los peritos que han estudiado el teléfono del acusado pusieron de manifiesto que Bretón no mintió sobre el recorrido que hizo desde su finca hasta el Parque Cruz Conde la tarde de autos. El itinerario del que tanto se dudó es compatible con los registros de su iPhone.
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