«Tengo una honda preocupación por lo que vive UGT»

—En lo personal, es una situación desagradable que no le deseo a nadie. Yo no quiero caer en eso de matar al mensajero. Como secretario general de UGT tengo, — y entiendo que todos los responsables del sindicato — tenemos una honda preocupación, pero sobre todo por los afiliados y delegados sindicales, de qué forma les está afectando, cómo viven el día a día...

—¿Cómo les está afectando?

—Con lo de la campaña de las pensiones, llevo dos meses en asambleas por los pueblos de la región y se nota preocupación, en unos pueblos más que en otros. La verdad es que seguimos teniendo una afiliación bastante consolidada, en torno a los 48.000 afiliados.

Baja la afiliación

—¿No ha bajado la afiliación?

—Siempre tenemos un tráfico de altas y bajas importante y, a día de hoy, el proceso de bajas más numeroso es por causas económicas. Cuando la gente se queda en el paro, tiene que ir quitando gastos.

—¿Ha notado un especial descenso en las bajas por estos escándalos?

—Bueno..., no. No son muy numerosas las bajas declaradas tales como «me encuentro mal por lo que ha hecho el sindicato, por lo que está pasando».

—Pero alguna hay, ¿no?

—Sí, claro, claro, aunque más del 90% son por motivos económicos. Pero repito, UGT en Castilla-La Mancha tiene su afiliación bien consolidada.

—¿Pondría la mano en el fuego por que en su organización sus personas de confianza hacen las cosas correctamente y no hay peligro de situaciones similares a Andalucía?

—En el mundo existen normas, leyes y preceptos precisamente porque las personas somos humanos y podemos equivocamos. No se trata de poner la mano en el fuego sino en que yo tengo confianza en los trabajadores del sindicato y en el control que ejercen las administraciones sobre todo lo que se ejecuta. Probablemente, la UGT sea la organización más auditada y revisada sobre programas o formación en los últimos años en Castilla-La Mancha por parte de la Junta y el Fondo Social Europeo, lo cual me deja tranquilo. Mañana, si la UGT da un curso y se caen tres alumnos, si has cobrado, hay que devolver el dinero.

—De todas formas, sabe que la condición humana es débil...

—Ya le he dicho que lo de meter la mano en el fuego siempre es un exceso, que como recurso periodístico o literario me parece muy bien. Espero, al menos, que se dé el mismo tratamiento a cualquier cosa que surja de otro sindicato, o a cualquier partido, o la Corona, un gobierno o la Iglesia. Está el tema de los ERES, donde creo que las cosas se han hecho razonablemente bien. Hay una causa judicial abierta y el compañero Salvador Mera actuó correctamente dimitiendo al estar imputado. Y lo que más me reconforta es que los papeles de la Guardia Civil dicen que no ha habido enriquecimiento ni lucro personal.

—Pero no me negará que hay otros temas verdaderamente vergonzosos.

—Voy por pasos. Luego está el tema de la formación; creo que las cosas se hacen razonablemente bien en toda España, sindicatos y empresarios.

—¿Y qué opina de la actitud de su secretario general, Cándido Méndez?

—Respecto a la Ejecutiva Confederal de UGT y a su secretario general, Cándido Méndez, estoy muy tranquilo. Si tuviera que hacer algo que no acostumbro a hacer, que es eso de meter la mano en el fuego, la metería por Cándido Méndez.

—¿Considera que debería dimitir?

—Él no debe ni tiene por qué dimitir porque hace las cosas bien. Conozco bien la manera de ser de Cándido por la relación que tengo con él de años dentro del sindicato, y creo que es un hombre de una honestidad total. Ahora, luego entramos al terreno, totalmente distinto, de las facturas, que creo que es lo que más alarma está generando en todo el mundo. En este sentido, aplaudo la asunción de responsabilidades del secretario general de Andalucía, que ha dimitido, y lo que espero es que la Junta de Andalucía revise todo porque es el garante de todas esas justificaciones, y si hay que devolver dinero, que se devuelva. Y cuanto antes.

—¿Qué sensación le causa este caso de las facturas, personalmente?

—Dolor..., dolor nos produce a todo el mundo en cuanto lees algo sobre el sindicato que no es positivo, pero también tengo que esperar a que la Junta, que es quien tiene esas facturas y justificaciones, acometa las investigaciones y revise todo. El sindicato en Andalucía tendrá que defenderse cuando se le diga «oye, esto lo has justificado mal y tienes que devolver el dinero», y si no puede, tendrá que devolverlo evidentemente.

—Ante la gravedad de estas informaciones, ¿se ha plenteado usted reforzar la inspección de las cuentas y la gestión económica de UGT de Castilla-La Mancha?

—Nosotros levamos dos años y medio que no recibimos ningún tipo de subvención para programas, —hemos dado algo de formación—, ni ligadas a la actividad del sindicato ni para otras cuestiones. En la mayoría de los casos están auditados por la Junta y el FSE y en cuanto a lo que es la formación para el empleo, ahí extremamos las precauciones, como hemos hecho siempre. Pero puedo reconocer que ahora hablo más con los compañeros, con los trabajadores que están en esa justificación, para que extremen las precauciones. Me queda la garantía de que yo, mañana, cuando presente esa documentación y un funcionario de la Junta ve que hay algo incorrecto, nos va a llamar y tendremos que corregir y subsanar los errores que haya. Ahora, también quiero decirle una cosa: De la formación, en concreto, que es algo que sale de las cuotas de empresarios y trabajadores, los sindicatos solo damos el 40% (UGT, CC.OO y los empresarios); el otro 60% lo dan entidades privadas, organismos de lucro, y también hay que revisarlos.

«Sentarse y hablar»

—No soplan buenos vientos para los sindicatos en España...

—Yo creo que en España no se están haciendo las cosas bien por prácticamente nadie. Se habla mucho de la corrupción en el país, todo el mundo se desgarra las vestiduras por lo corrupto que es este país; cosa que no es cierta, porque España no es ni más ni menos corrupta que otros. Se están desprestigiando instituciones democráticas, la democracia misma, y no quiero que nadie piense que estoy poniendo en cuestión el papel de los medios de comunicación. Pero sí pongo en cuestión que desde las administraciones no se ponen soluciones por quienes las gobiernan, por los partidos políticos; dicen que hay que investigar, criticar. Pero si le cae al otro la perra gorda, lo critico; si me cae a mí, somos inocentes, es un acoso…

—Eso es lo mismo que dice la gente en la calle.

—Es de cajón, es sensatez pura y dura. Mire, a la Justicia hay que dejarla actuar, las administraciones tienen sus modelos y métodos de control y hay que dejarlas actuar. Y hay que poner soluciones a la financiación de los partidos, a la financiación de sindicatos y organizaciones empresariales, a todo eso. Pero en vez de poner soluciones, ponemos parches y maquillamos las cosas. Creo que debemos sentarnos y hablar los partidos, los sindicatos, los empresarios, los que nos gobiernan y centrarnos en la región, porque bastante problemas tenemos.