análisis

¿Por qué están siendo tan letales los últimos tornados en Estados Unidos?

El del domingo en Missouri es el que más muertos ha provocado -más de 120- desde 1950. El fenómeno fue multivórtice y en forma de embudo, lo que multiplicó su efecto destructivo

¿Por qué están siendo tan letales los últimos tornados en Estados Unidos? AP

EMILIO REY

Los tornados son las demostraciones más devastadoras de la naturaleza. Estos días las llanuras de Texas y Oklahoma están sufriendo un verdadero «Tornado Outbreak» (una sucesión de fuertes tormentas llamadas supercélulas que contienen tornados devastadores) que se aleja de lo que ... suele ser normal. Bien es cierto que estamos en plena temporada de tornados, y que si hay alguna zona proclive a que se produzcan es ésta, el «Tornado Alley» , el corredor de los tornados.

La dinámica general de formación de los tornados es simple de explicar: se producen cuando dos masas de aire, una cálida y húmeda, muy inestable, y otra más seca y fría, chocan. En ese choque de trenes se desarrollan fuertes células tormentosas. En esa zona del mundo podemos decir que esas masas de aire son especialmente intensas. Las masas que provienen del sur, del Golfo de México, son especialmente húmedas y cálidas, y las que llegan del oeste estadounidense, arrastradas por el «jet stream» , muy frías y secas. Como resultado, las tormentas allí son únicas en cuanto a su virulencia.

Tornado multivórtice

Dicho esto, lo que pasó el domingo pasado en Joplin fue excepcional. La supercélula parece ser que originó un tornado multivórtice, lo que multiplicó el efecto destructivo. Además, la morfología de los mismos era en embudo, los «wedge tornados», los más asesinos. Alguna estimación le da más de 1,5 kilómetros de diámetro. Y dejó una cicatriz de nueve kilómetros en el terreno. Por si fuera poco, delante del tornado había una gran cortina de lluvia que tapaba la llegada del mismo («rain wrapped tornado»), y aunque la zona estaba avisada, la destrucción fue total. Más de 120 personas murieron, cientos más heridas y muchos no localizados aún. La mayoría por la nube de escombros («debris ball») volando a velocidades de más de 300 kilómetros por hora. Verdaderos proyectiles que arrasan todo lo que encuentran a su paso. Y mucho más las no muy sólidas construcciones de la zona...

Seguiremos pendientes, parece ser que este «Tornado Outbreak» no ha terminado...

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