Europa, a punto de lanzar el segundo satélite centinela del medio ambiente

Los Sentinel son una nueva constelación de satélites destinada a obtener datos e imágenes de la Tierra para el programa Copernicus . Este es una iniciativa de la Comisión Europea que busca obtener y suministrar información a instituciones y empresas sobre el estado del medio ambiente y sobre los efectos del cambio climático , con la finalidad de mejorar la gestión y hacer tareas de vigilancia, respuesta a emergencias y seguridad.

Los Sentinel 2 son dos satélites idénticos destinados a tomar imágenes en alta resolución y en color de la superficie de la Tierra. Este martes, si todo va bien, el Sentinel-2B se unirá al Sentinel-2A, que se lanzó en junio de 2015.

Los dos aparatos se colocarán a la misma altura pero separados por 180 grados. Esto les permitirá cubrir una amplia superficie, situada entre las latitudes 56° S y 84° N, y además hacerlo de forma regular y frecuente , lo que tiene mucho interés para la obtención de datos.

Hay otros satélites Sentinel en órbita. Los 1A y 1B obtienen datos de meteorología, el 3A sobre el estado de océanos y tierra. Más adelante se pondrán en órbita los Sentinel-4 y Sentinel-5 (instrumentos a bordo de otros satélites para analizar la atmósfera) y el 6, para medir la altura de los océanos.

En esta ocasión, la potente cámara con la que van equipados los Sentinel-2 les permitirá obtener imágenes en alta resolución (de 10 a 60 metros) con 13 bandas espectrales, cubriendo con cada barrido un campo de 290 kilómetros de anchura.

Gracias a ellas, observarán la superficie de tierra (donde se examinará el desarrollo de la vegetación, la cobertura de los bosques y en general datos de interés agrícola y forestal), y las masas de agua (donde se podrá observar la contaminación, el nivel de explotación, el crecimiento de algas tóxicas). Además, se podrá observar los efectos de catástrofes naturales como inundaciones, erupciones volcánicas y deslizamientos de tierra.

Está previsto que el cohete Vega lleve al satélite Sentinel-2B hasta una altura de casi 768 kilómetros, y que luego sus propulsores le permitan maniobrar hasta la posición final.

60 minutos después del lanzamiento, el control de la misión recibirá la primera señal del satélite. Las próximas 24 horas los ingenieros tendrán que asegurarse que la nave está en la posición correcta, que los paneles solares se han desplegado y que los instrumentos no han sufrido daños en el despegue y funcionan correctamente.

El satélite Sentinel mide entre 1,8 y 3,4 metros y pesa 1.140 kilogramos. Es fruto del trabajo de múltiples contratistas europeos y está previsto que funcionen durante más de siete años en las difíciles condiciones del espacio.