La «máquina de Dios» comienza a despertarse

«Se debe comenzar el encendido meses antes de que el LHC esté de nuevo en línea, ya que va a necesitar puesta a punto, depuración y ajuste, tras este parón», han explicado desde el centro. El CERN alberga un sistema complejo de aceleradores, algunos de los cuales llevan en el organismo desde que se pusiera en marcha, hace ahora 60 años. Estos aceleradores permiten que las partículas sean lanzadas a energías cada vez más elevadas antes de ser inyectadas en el LHC, conocido popularmente como la «máquina de Dios».

Durante el período de parón, se han realizado trabajos de mantenimiento, como sustitución de cables y fijación de las piezas dañadas o desgastadas. Pero también se ha producido alguna mejora en las instalaciones tecnológicas, tales como las nuevas cavidades de radiofrecuencia que ayudarán a acelerar el haz de partículas lanzadas. La intención es que el LHC trabaje a una potencia de 14 teraelectronvoltios, frente a los 8 sobre los que funcionaba hasta ahora.

El LHC se despidió de su actividad hallando, el 4 de julio de 2013, el Bosón de Higgs, conocido como 'la partícula de Dios', un logro por el que se le ha concedido el Premio Príncipe de Asturias . Además, los físicos que encontraron teóricamente esta partícula, Peter Higgs y Francois Englert, han sido reconocidos con el Nobel de Física.

Según el CERN, con las nuevas mejoras técnicas y el aumento de energía, los próximos objetivos del organismo también crecen. Ahora su intención es poder observar otro tipo de fenómenos que confirmen definitivamente la existencia del famoso bosón, así como hallar partículas que puedan dar nuevas pistas sobre la desconocida materia oscura.