Desvelan nuevos datos sobre los restos arqueológicos del Rey Ricardo III
Investigadores de la Universidad de Leicester concluyen que fue enterrado con mucha prisa y consiguen reconstruir sus últimos momentos con vida

Desvelan nuevos datos sobre los restos arqueológicos del Rey Ricardo III
Los restos de Ricardo III fueron descubiertos y desenterrados en agosto de 2012, 527 años después de su muerte en la batalla de Bosworth. Ahora, tras los estudios realizados con los huesos descubiertos en las obras de un aparcamiento en Leicester, investigadores de la universidad de esta localidad han logrado reconstruir sus últimos momentos con vida, así como su rostro.
Tras el estudio, han concluido que la tumba de Ricardo III estaba mal preparada, lo que sugiere que los sepultureros tenían «mucha prisa» por enterrarlo. Además la tumba era demasiado corta para él, tenía forma de rombo y la cabeza del monarca estaba apoyada sobre una esquina, lo que demuestra que «los autores del enterramiento no tuvieron intención de recolocar sus restos ni de resguardar el cuerpo en un ataúd».
Según el equipo de la unidad de arqueología de la Universidad de Leicester , también hay evidencias de que las manos de Ricardo III habían sido atadas antes de ser sepultado. La nueva investigación sugiere que es probable que alguien hubiese permanecido dentro de la tumba para recibir el cuerpo del difunto, como sugiere el hecho de que el cuerpo estaba situado en un lado en lugar de colocarse en el centro.
Según el experto en historia medieval Polydore Vergil, el rey fue sepultado «sin pompa ni entierro solemne». Las conclusiones del estudio arqueológico, publicadas en la revista Antiquity , incluyen el análisis de os restos encontrados en la tumba y explica las conclusiones sobre los restos de la iglesia y el claustro donde se hallaron, así como observaciones iniciales del esqueleto del rey, lo que ha permitido además realizar una reconstrucción de su rostro.
En el estudio arqueológico han participado tanto profesionales de la Universidad de Leicester, como un grupo de aficionados de la Sociedad Richard III) y de la ciudad de Leicester. Todos ellos han concluido que, efectivamente, la es sin duda el lugar señalado por escritos de los siglos XV y XVI como la tumba del Rey Ricardo III.
Las pruebas de carbono 14 realizadas a los huesos y el análisis realizado sobre el esqueleto demuestran además que se trataba de un hombre que padecía de escoliosis severa , y que presentaba numerosas heridas posiblemente causadas durante la batalla.
A través de las pruebas de ADN han concluido además que se puede identificar al individuo el Rey Ricardo III.
«El rey en el aparcamiento: nueva luz sobre la muerte y el entierro de Ricardo III en la iglesia franciscana de Leicester, en 1485» es el primer trabajo académico que se publicará por parte de la Universidad de Leicester y en el que se esbozan las principales conclusiones de la investigación arqueológica, incluyendo el análisis de la tumba y explicaciones de las conclusiones sobre el diseño del convento sobre la base de los restos de la iglesia y el claustro.
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