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MBFWMadrid

La Reina eclipsa la pasarela de Andrés Sardá

Doña Letizia visita la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, mostrando su apoyo por la moda de autor española.

Velencoso junto al resto de modelos y la diseñadora, Nuria Sardá Belén Díaz/De San Bernardo

Marisol Navarro

La presencia de la Reina Letizia en la pasarela Mercedes Benz Fashion Week Madrid ha eclipsado, solo en parte, la magnífica pasarela de Andrés Sardá . La firma de moda interior dirigida ahora por su hija, Nuria, es siempre digna de ver y suele colgar el cartel de ‘No hay billetes’, aunque en esta ocasión muchos medios de comunicación tuvieron que ausentarse para seguir a Doña Letizia por el pabellón 14 de Ifema.

De blanco impoluto, la Reina recorrió las instalaciones saludando a la prensa y a los diseñadores, interesándose por su trabajo y por la rentabilidad de esta empresa. Iba acompañada por la ministra de Educación, Pilar Alegría .

Abrió la pasarela Andrés Velencoso , que cumplía 44 añitos, el primer modelo que forma parte de las pasarelas de Andrés Sardá; le precedió Mario Vaquerizo hace algunos años en un desfile, donde derrochó simpatía. «Velencoso es el modelo más internacional. Me encanta trabajar con él», comentaba Nuria Sardá antes de presentar su colección. Vestido de denim y encaje, Velencoso pisó con fuerza la pasarela.

Una colección inspirada en los años 70 en Nueva York y dividida en dos partes bien diferenciadas: día y noche, cotidianeidad y fiesta, se fueron sucediendo los materiales coloristas, extravagantes y muy marcados. Juego de volúmenes en unas ocasiones y en otras, simplificación máxima. «El sujetador sale a la calle», decía Nuria Sardá antes de dar comienzo su desfile. Al igual que nos decía que uno de los monos de noche lleva más de 8.000 cristales de Swarovski.

Si Andrés Sardá fue un momento de ‘subidón’ para esta pasarela, de femeneidad, Isabel Sanchís no se quedó atrás. Isabel y su hija Paula tienen un público muy especial, y que cada año que pasa crece, tanto en los países árabes como en América. Son mujeres que buscan la femeneidad o, como dice la diseñadora, Isabel: «Quieren la elegancia europea y por eso son muy insistentes en que marque la etiqueta que está hecho en España, que es ‘made in Spain’». En su taller de un pueblecito de Valencia, donde trabajan casi 40 empleadas, se hace todo, desde el principio al final de la pieza.

Esas clientas de todo el mundo marcan el estilo de su colección, empezando con unos looks más 'prêt-à-porter' de lo que en ellas es habitual, con estampados geométricos, algo que Paula, que estudió Bellas Artes, imprime a las prendas, pasando a las más propuestas más sofisticadas con volumen y trabajos muy artesanales, especialmente los hechos con bambú, la silicona y un material de reclaje de botellas y seda. Como complementos cadenas, tal vez demasiadas.

La mañana llega a su fin en esta segunda jornada de la 75 edición de la MBFWMadrid con el desfile del veterano Hannibal Laguna . «Es una fusión -en palabras del diseñador- de las siluetas años 50 y los estampados psicodélicos de los 60; la elegancia cincuentera y lo alucinante de los 60».

«Después de estos años tan duros que hemos pasado con la pandemia, pensé en una colección muy alegre y que fuera una explosión de color», comenta Hannibal antes de la pasarela. Y así fue, naranjas, verdes, amarillos, rosas fluorescentes y estampados maxiflorales. A lo que renuncia en esta ocasión es el bordado. Tiene una explicación, quiere que lo que se ve hoy en pasarela esté a la venta en 15 días, y ya sabemos que la rapidez está reñida con la artesanía. Mucho drapeado, algo que estamos viendo en muchos diseñadores, grandes escotes y faldas capote cortadas al bies, muy del estilo del diseñador.

Con la tarde llegan las propuestas para otoño invierno 2022-23 de grandes diseñadores como son Roberto Torretta, Teresa Helbig, Jorge Vázquez y . Del supercolorido llegamos a una colección más relajada en cuanto a colores se refiere. Solo un estampado llega a las propuestas de Roberto Torretta, lo demás son colores lisos, marrones, caldera, verde. Y la sostenibilidad vuelve a hacer acto de presencia en las colecciones. Nos confesaba el diseñador antes de presentar sus propuestas, «intentamos cortar a mano para desperdiciar menos tejido, y utilizar los que sean lo menos contaminantes posible, de ahí que este año no haya cuero y que el denim sea un tejido satinado con algodones y lanas».

El único adorno, que no demasiado obstentoso, son 'jarretas', a modo de chorreras, en los delanteros de las camisas, por lo demás, siluetas de abrigos muy largos –otra de las tendencias que estamos observando en los desfiles- y mucho traje sastre, marca de la casa. Con la noche llegan los tejidos de punto metalizados en siluetas más vaporosas. La marca se rejuvenece a cada edición.

«Oda a la literatura», dice Teresa Helbig que es su colección, no sabemos si es una oda a la literatura, pero sí una oda a la Costura con mayúsculas, a la elegancia, a la delicadeza en definitiva. «Si la literatura es un legado a generaciones futuras, la moda también tiene que serlo», afirma categórica. Esa es la mejor moda sostenible, la que dura, la que no es solo un fondo de armario, es un legado a las demás generaciones. Eso es lo que hace la diseñadora catalana con cada una de sus colecciones.

Utilizando pelo combinado con cuero, abre el desfile con un abrigo precioso, que da paso a vestidos marca Helbig, con esos aires 20/70 que hacen inconfundibles cada una de sus prendas; americanas cortas, minifaldas de cuero y tachuelas, camisas con puño rematados en vainica. La elegancia siempre está de moda, Teresa también.

Ucrania vuelve a ser recordada en esta pasarela. Jorge Vázquez abre sus propuestas con un 'look' inspirado en la bandera ucraniana y el bolso, pintado a mano por Ana Cortina , con la palabra ‘peace’. Precioso detalle, unido a que parte de lo recaudado irá destinado a Acnur. Dejamos Ucrania para llegar a la España de los años 70, con unas propuestas del diseñador gallego. En concreto, Jorge Vázquez nos lleva a “Chicote’, ese lugar emblemático de encuentro de toreros y artistas en la medioclandestinidad. Y en ese entorno destacaban las mujeres fuertes, rompedoras, pero femeninas, muy femeninas, como son las siluetas de este diseñador, fluidas, vaporosas, ligeras, utilizando drapeados y recogidos que marcan la cintura.

Maravillosa la utilización de esos colores fuertes como fucsias, naranjas, morados, verdes lima, para prendas de invierno, porque la colección está basada en la luz, el color y los mitos. La sofisticación vino marcada por el empleo de flores grandes, lazos, plumas y un toque de peletería en los puños. Excelente.

El día no podía tener mejor final que disfrutar de la colección de Ángel Vilda, creador de la marca . Con un registro mucho más rompedor que Jorge Vázquez, que le precedió en la pasarela, Ángel propone su colección atemporal -de ahí que solo haga una por año-, con un hilo conductor, el color rojo, como metáfora de la sangre, de la vida, con la utilización de todos los materiales y colores del mundo, pero bien estructura, pensada, cosida y planteada.

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