El arrepentimiento o la exigencia laboral disparan la eliminación de tatuajes

Hay personas que quieren acceder a los cuerpos de seguridad del Estado y que no pueden tener tatuajes a la vista. Lo mismo ocurre con quienes atienden de cara al público o por requisito de su empresa. También se ha detectado un aumento de la demanda de “cover”, es decir, la eliminación de una parte del tatuaje con láser para, una vez recuperada la piel, volver a tatuarla.

"En todos los casos, se requiere de tecnología de última generación, y sobre todo, rápida. Lo que un láser normal de nanosegundos tarda entre 10 y 12 sesiones en quitar, PicoSure, dependiendo del tipo de tatuaje, tamaño y tinta, puede eliminar en poco más de la mitad de sesiones . Además, no daña la piel circundante, lo que hace que el tratamiento sea más seguro", explican en Cynosure.

"Una cosa muy graciosa que nos pasa es que la gente quiere quitarse todo tipo de tatuajes de dibujos, nombres de personas, tribales … pero nunca nos han pedido que les quitemos el escudo de su equipo de fútbol ", explica la doctora Josefina Royo, de Instituto Médico Láser de Madrid, donde se utiliza el sistema PicoSure. Destaca el citado "efecto Melanie", pues "la gente tuvo la percepción de que los tatuajes se pueden quitar con láser y pacientes que en el fondo no estaban a gusto con ellos vinieron en mayor cantidad a consultar para eliminarlo", explica Royo. También se utiliza la citada técnica en el Grupo de Dermatología Pedro Jaén de Madrid; en el Instituto Médico Miramar de Málaga, en IM Clinic de Barcelona y en Ivalia, en Las Palmas de Gran Canarias.