El mantra del optimismo ha servido para que libreros y editores pusieran la mal tiempo buena cara, pero después de años de acumulando caídas y pérdidas, parece que el sector puede volver a contemplar la diada de Sant Jordi con cierto alivio. Y no solo ... porque las últimas previsiones climatológicas ya se hayan encargado de espantar los nubarrones, sino porque el todopoderoso día del libro en Cataluña, fecha señalada que supone hasta el 8% de la facturación anual para las librerías, vuelve a exhibir músculo.
En realidad las cifras ya empezaron a mejorar el año pasado, cuando se vendieron 1,47 millones de libros y se facturaron 19,2 millones de euros –la cifra de 2013 fue de 18 millones-, pero es ahora cuando el sector espera acercarse a las cifras de ventas de antes de la crisis. «Desde el pasado enero hemos remontado poco a poco, y creemos que Sant Jordi puede ser un buen empuje para que la tendencia se vaya consolidando», ha explicado el presidente del Gremio de Libreros, Antoni Daura.
En cifras redondas, esa tendencia se traduce en unas previsones de ventas de un 5% más de títulos, lo que permitirá superar los 1,5 millones de ejemplares y acercarse un poco más a los 20 millones de euros facturados.
Los libreros confían en llegar al millón y medio de libros vendidos en Sant Jordi
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