Europa, contra el «maleficio americano»

Uruguay 1930, Brasil 1950, Chile 1962, México 1970 y 1986, Argentina 1978 y Estados Unidos 1994 se cerraron con títulos suramericanos y dejaron siempre vigente la pregunta: ¿Por qué los Europeos son incapaces de ganar en América? «Siempre es difícil venir a Brasil y adaptarse al clima, me parece muy difícil poder ganarle un Mundial aquí a Brasil o a Argentina», explicaba el exfutbolista italiano Giuseppe Bergomi mientras seguía la Copa Confederaciones 2013 que se cerraba con una goleada de Brasil sobre España en la final.

El factor climático parece ser el principal motivo de preocupación de los europeos a la hora de disputar una Copa del Mundo en América. El Mundial de Brasil 2014 será la primera edición en la que se disputarán encuentros tanto en clima invernal como veraniego. Habrá sedes como Curitiba o Porto Alegre, en la que el termómetro bajará de cero en determinados momentos, y otras como Natal, Recife, Manaos, Cuiabá o Fortaleza, con temperaturas superiores a los 30 grados durante todo el año y un ambiente más pesado aún debido a la alta humedad.

«Los equipos europeos y todos los jugadores de Europa tienen un problema que es el desgaste físico. Mira a España en la Copa Confederaciones, yo he visto el partido de España contra Brasil, fue el primer partido del mundo solamente con un equipo en la cancha», recuerda Carlos Queiroz, seleccionador de Irán. «Cuando llevas casi 80 partidos en Europa y tienes que jugar una competición en estas condiciones, viajes, humedad, frío, llega un momento en el que en la cabeza de jugadores sólo hay una cosa: volver a casa», añade el técnico portugués.

Si bien Brasil afrontará el Mundial como el candidato favorito a llevarse el título, equipos como España o Alemania se presentan como los dos grandes rivales a vencer del continente europeo. España ya rompió con una barrera tradicional en el Mundial de 2010 y fue el primer equipo europeo en ganar un Mundial en el invierno del hemisferio sur durante su gesta en Sudáfrica.

Las selecciones europeas buscan ahora empezar a romper con una tradición que no sólo se produce al otro lado del océano Atlántico, porque a los americanos también les resulta casi imposible coronarse campeones en suelo europeo. De los diez Mundiales disputados en Europa, sólo una edición tuvo como campeón a un equipo americano: Brasil en el Mundial de Suecia 1958. «Yo creo que resulta bastante complicado para una selección ganar en otro continente que no es el suyo. Esto pasa con los equipos suramericanos también que juegan en Europa. Encontramos muchas dificultades de ganar allí. No sé por qué», confiesa el brasileño Ronaldo, máximo goleador de la historia de los Mundiales.

Holanda llevó la final de 1978 en Argentina a la prórroga, donde perdió 3-1 contra la selección local; Italia llegó hasta los penales contra Brasil en Estados Unidos 1994. La cita en Brasil es la oportunidad ideal para que el Viejo Continente intente un nuevo «descubrimiento de América».