Los últimos ocho años son los más cálidos de la historia, según la ONU

Los datos presentados este viernes en el Estado del clima mundial en 2022 «ponen de manifiesto los cambios a escala planetaria», advierte la OMM. Las alertas ya no son aisladas: «hay alteraciones en las zonas continentales, océanos y la atmósfera», destacan; y todo ello con un culpable: los niveles récord de gases de efecto invernadero.

Continuando el diagnóstico médico, esa cifra histórica de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso son los desencadenantes de los muchos males que sufre el planeta. «No dejan de aumentar y el clima sigue cambiando», afirma el secretario general de la OMM, el profesor Petteri Taalas.

Un alza que también tiene su impacto en la temperatura media mundial. «El periodo comprendido entre 2015 y 2022 fueron los ocho años más cálidos desde que hay registros y «eso a pesar del episodio triple de 'La Niña' (etapa en la que se produce un enfriamiento del planeta)», alerta el organismo dependiente de Naciones Unidas.

En 1963, el meteorólogo científico planteó el efecto mariposa como una teoría que indica que todas las cosas están conectadas y que las cosas más pequeñas pueden provocar grandes impactos. Una décima arriba en la temperatura mundial puede provocar que los glaciares del planeta se deshielen y por lo tanto suba el nivel de los mares y los océanos y es lo que está pasando.

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José Antonio Guerrero

El calor extremo merma el caudal y deja una pérdida récord de hielo en los glaciares de los Alpes, según el alarmante balance del clima de 2022 que acaba de presentar Copernicus y que señala que la temperatura en Europa aumenta al doble de la tasa mundial

Los registros históricos de temperatura en los últimos ocho años marcan datos jamás vistos antes y seis de los diez años con los balances de masa más negativos de los que se tienen constancia (1950-2022) «se registraron a partir de 2015», advierte la OMM.

Los glaciares de referencia «experimentaron un cambio de espesor medio de más de -1,3 metros» entre octubre de 2021 y el mismo mes de 2022. «Es una pérdida mucho mayor que el promedio de la última década», señala el informe del clima.

Una lenta desaparición que tiene su epicentro en las montañas europeas. El pasado jueves, los satélites de Copernicus mostraron lo que es visible a los pies de los picos del Viejo Continente. «Los Alpes europeos registraron una pérdida récord de hielo de los glaciares», alertaba el Servicio de Cambio Climático comunitario. «Fue debido a una combinación de poca nieve invernal, una intrusión de polvo sahariano en marzo de 2022 y las olas de calor que se produjeron entre mayo y principios de septiembre», justifica la OMM.

Sin embargo, la pérdida no es exclusivamente europea. Según el IPCC, la pérdida de hielo de los glaciares a nivel mundial superó las 6 000 Gt durante el período 1993-2019. Las mediciones en los glaciares de las zonas de alta montaña de Asia, el oeste de América del Norte, América del Sur y partes del Ártico también revelan pérdidas considerables de masa de los glaciares. «Estos efectos durarán milenios», apuntan los expertos de la organización.

A pesar de dar el nombre el planeta, la tierra tiene un rol secundario en la cantidad disponible. El agua ocupa el 70% del globo y su estado de salud también preocupa a los científicos.

En 2022, el contenido de calor oceánico «alcanzó un nuevo máximo histórico». El ritmo de calentamiento de las aguas del planeta ha sido «especialmente elevado en las últimas dos décadas». Una problemática a la que se añade una variable más: «el nivel medio alcanzó un nuevo máximo sin precedentes desde que se dispone de registros obtenidos por altímetros satelitales (1993-2022)».

De hecho, la tasa de aumento se ha duplicado entre el primer decenio de los registros actuales (1993-2002) cuando era de 2,27 milímetros a los 4,62 mm (2013-2022). ¿La causa? «La pérdida total de hielo continental de los glaciares, Groenlandia y la Antártida fue la causa del 36% del aumento del nivel medio del mar mundial», responde la Organización Meteorológica Mundial.

Al igual que la teoría del caos decía que el aleteo de una mariposa en Japón podía provocar un terremoto en otro lugar del planeta, los efectos del crisis climática también tienen sus repercusiones.

Sequía, lluvias récord y olas de calor sin precedentes. Estos son los tres protagonistas estrella del reparto del cambio climático en su función de 2022. «Necesitamos acelerar la acción climática con reducciones más fuertes y rápidas de las emisiones», afirma Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas.

Las precipitaciones extremas en julio y agosto en Pakistán dejaron 1.700 víctimas mortales. Las olas de calor en Europa y en otras partes del planeta dejaron también cifras históricas: «El exceso de mortalidad asociada al calor en el Viejo Continente superó las 15.000 muertes en total». Y, por último, la sequía causó estragos en África Oriental «dejando a más de 20 millones de personas conviviendo con una inseguridad alimentaria».

La Organización Meteorológica Mundial explica que 2.300 millones de personas se encontraban en situación de inseguridad alimentaria en 2021, de las que 924 millones padecían una inseguridad grave. «Hay que aumentar radicalmente las inversiones en adaptación y resiliencia, en particular para los países y las comunidades más vulnerables, que son los que menos han contribuido a la crisis», responde Guterres.