Colmenas para desempleados

«Esta edición hemos recibido más solicitudes que nunca. De hecho, hemos tenido que rechazar algunas y dar prioridad, por supuesto, a los desempleados. Nosotros solo exigimos que los interesados acrediten que han realizado un curso de apicultura previo y que se hayan inscrito en el registro de apicultores . Si reúnen tales requisitos, les cedemos seis colmenas durante tres años , para que desempeñen sus primeras prácticas», explica Luis Pérez, presidente de la FAA.

Los nuevos apicultores también deben solicitar los permisos correspondientes a las administraciones locales, provinciales y autonómicas para establecer sus colmenas; no vale cualquier sitio. «No resultan rentables las zonas con una climatología extrema de frío, lluvia y viento (situadas a partir de 1.500 metros de altitud) o de difícil acceso (con pistas forestales muy largas), así como donde no se hayan documentado colmenas de forma permanente en un radio de acción amplio (debido, por ejemplo, a un incendio que haya acabado con la flora)», comenta Pérez.

La ley obliga a los apicultores a practicar curas anuales a sus enjambres desde que la varroa apareció en España, allá por la década de los ochenta. Este ácaro, procedente de Asia, del tipo de las garrapatas, se posa sobre la abeja y absorbe su hemolinfa (sangre), debilitándola. Además, se reproduce en las celdillas de la colmena, parasitando sus larvas. «Hay que rotar el tratamiento para evitar que la varroa se vuelva resistente a él. Por eso es muy importante que los apicultores del área –sobre todo los principiantes- sepan lo que hacen y coordinen sus acciones, pues pueden darse casos de resistencia cruzada. Una sola varroa puede desencadenar la invasión en un colmenar», apunta Pérez.

Iniciarse en la apicultura requiere cierto desembolso: traje , guantes , extractores manuales/eléctricos, un lugar donde poder extraer/envasar la miel, etcétera. La FAA facilita las abejas, que suponen el recurso más complejo de conseguir. «Se suelen comprar núcleos compuestos por una reina y unos tres mil ejemplares que, una vez trasladados a cajas grandes y transcurridos cinco meses, multiplican por veinte su número. La mitad de las colmenas que hemos dado en 2012 (treinta), al ser sobrantes de la campaña pasada, eran fuertes; estaban preparadas para dar miel y contaban con poblaciones de 60.000 abejas», señala Pérez.

Las enfermedades y los fitosanitarios están aumentando la mortandad de las abejas. «Antes fallecían el 10% de las colmenas en invierno; la cifra, ahora, supera el 20%, sobre todo en demarcaciones donde se lleva a cabo una agricultura intensiva (40%)», subraya Pérez.

En 2013 la Fundación Amigos de las Abejas recogerá las primeras colmenas que prestó. «Pedimos, al menos, que nos devuelvan las seis cajas y el 50% de los enjambres vivos . Si se las han robado o las han perdido (como consecuencia de un fuego, p. ej.) exigimos el atestado de la Guardia Civil. En caso contrario, contemplamos una penalización de 45 euros por caja , cuyo precio en el mercado asciende a 90 euros», concluye su presidente.

Existen «Colmenas para el comienzo» por toda España, localizadas en distintos espacios naturales del Levante, Cataluña, Extremadura, País Vasco, Madrid y Castilla-La Mancha .