El hallazgo del Códice paraliza Galicia

Un electricista de 60 años, muy conocido entre los vecinos de la localidad coruñesa de Milladoiro por su empleo en la Catedral. «Todos sabíamos que trabajaba allí porque cuando se celebraban los fuegos del Apóstol él siempre participaba», apuntan sus conocidos, perplejos todavía por la inesperada noticia. «Nos enteramos esta mañana en el bar y no dábamos crédito. Si siempre se tomaba el café con su mujer en esa cafetería», afirman señalando un establecimiento situado a muy pocos metros del garaje donde ayer fue localizado el Códice .

Sobre el carácter de Castiñeiras, los que coincidían con él a diario confiesan que era un hombre «humilde, aunque poco hablador». También destacan su faceta religiosa. «Siempre iba a misa a la Catedral, aunque en realidad hay una capilla muy cerca de aquí», confirman. Los que llevan tiempo en el lugar también recuerdan que el electricista ya se vio involucrado en un problema financiero con una comunidad de vecinos hace unos años.

Sea como fuere, la sorpresa en Milladoiro fue mayúscula. Y es que nadie se imaginaba que este hombre, de mediana estatura y pelo canoso que últimamente caminaba acompañado de un bastón, estuviese detrás del robo más famoso de la historia de Galicia. Mucho menos que su esposa (una señora «que siempre saludaba») y su hijo, fuesen cómplices del sonado hurto.

Para los amienses, lo más llamativo es que el electricista guardase en su casa más de un millón de euros. Una elevada cantidad de dinero que nada tenía que ver con el tren de vida que esta familia de la periferia santiaguesa llevaba. Al menos, hasta hace unos meses. «Nunca hicieron ostentación del dinero, ni con coches ni con nada por el estilo, pero sí es cierto que últimamente iban mucho a una casa que tenían cerca de Sanxenxo», comentaban los curiosos que siguieron el traslado del Liber Santic .

Acerca de la culpabilidad del presunto ladrón, las opiniones de sus vecinos están divididas. Mientras para algunos el robo de la obra «fue una mala hora, pero está claro que él no sabía dónde se metía» para otros, la premeditación y la cantidad de dinero que los agentes encontraron en las viviendas del sospechoso hacen pensar en algo más.

La resolución de uno de los misterios más sonados de la Comunidad mantuvo en vilo ayer a media Galicia. Atentos a las pantallas de la televisión y siguiendo a través de la prensa el minuto a minuto del hallazgo, miles de gallegos respiraron aliviados al conocer que el valioso texto se encontraba en buen estado. Las redes sociales, reflejo de esta conmoción social, se hicieron eco de la noticia desde primera hora.

Al cierre de esta edición, «El Códice Calixtino» seguía liderando la lista de trending topics del país. Entre los comentarios de los internautas, llamadas a proteger mejor el patrimonio documental y palabras de alivio por la recuperación del libro, en perfecto estado. También hubo tiempo para los tuits sobre la identidad del presunto ladrón, que desmontó por completo teorías como la de que el robo había sido ideado por un coleccionista de arte o que el Códice había cruzado la frontera gallega para venderse en el mercado negro.

Pero nada más lejos de la realidad. El libro estaba a una etapa de la plaza del Obradoiro.