Seis picaduras de verano: cómo evitarlas y curarlas

Por eso, si somos previsores, hay remedios con los que podemos evitar las tan molestas consecuencias de una picadura o, en el caso de que ya hayamos sido «víctimas» de ellas, al menos aliviarlas .

Las más comunes son las de los que pertenecen al grupo de los Hematófagos, es decir, de las moscas, mosquitos y tábanos. Las moscas, tal y como explica Gascón, «nos producen un pequeño mordisco que casi no percibimos y que no deja picadura». Pero en cuanto a los demás, suelen atacarnos succionando la sangre y, a su vez, introducen saliva, que es la que nos provoca la sensación de picor.

Si queremos prevenirlas, tal y como recomiendan desde el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona , es útil el uso de ropa de manga larga y pantalones largos a partir del atardecer, su momento del día favorito para picarnos, como el amanecer, cuando están más activos. Además, podemos ahuyentarlos con las más que conocidas mosquiteras, insecticidas o con velas con aromas cítricos tales como el limón.

También hay métodos farmacéuticos cada vez más innovadores que nos ayudan a «luchar» contra ellos. Es el caso, por ejemplo, de la línea de productos «Nompikis» que presenta un nuevo formato repelente en pulseras .

Pero si ya nos han picado, están las nuevas pomadas que se van desarrollando y las de toda la vida, que deberán contener hidrocortisona, o las lociones de calamina . Además, hay remedios naturales como aplicar sobre la picadura amoníaco, sal, el jugo de un limón natural o manzanilla.

Los himenópteros también nos pican. Pertenecen a este grupo las abejas, avispas, abejorros y hormigas (que muerden y cuyos efectos se pueden combatir con amoníaco). En el caso de los tres primeros suelen acercarse a las comidas dulces y a los lugares con agua.

Hay que tener especial cuidado ya que las reacciones alérgicas , además de comunes, son peligrosas porque pueden llegar a ser mortales. De hecho, tal y como informa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), cerca de un millón de personas en España presenta reacciones alérgicas por picadura de avispas y abejas.

Si no somos alérgicos y nos pica una abeja o avispa sufriremos un doloroso pinchazo (tanto que está catalogado como uno de los que más lo son ) que normalmente nos producirá una inflamación, una urticaria y un edema en la zona.

Pero, ¿qué hacer si nos pican? Desde el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona nos recomiendan, en el caso de las abejas, quitar el aguijón sin usar pinzas para que no se extienda el veneno, lavar el área afectada con agua y usar un antiséptico. También es útil aplicar hielo o algo frío. No hay que descartar tampoco, en el caso de que el dolor persista, tomar un analgésico o antihistamínico.

Las picaduras de araña también son algo muy común. Cuando nos pican también podemos sentir un dolor inmediato o posterior . Dependiendo del tipo de araña que nos ataque, la picadura puede adquirir distintas dimensiones o incluso colores llamativos como el azul. Lo más importante es desinfectar la herida antes de aplicar la correspondiente pomada antipruriginosa.

Pero si hay una picadura que se asocia al verano es, sin duda, la de las medusas. De hecho, el 90% de las atenciones que se realizan en las playas por parte de la Cruz Roja, están vinculadas a sus picaduras, junto con la de los peces araña o erizos de mar.

En su caso es muy recomendable hacer atender a las indicaciones a la hora de bañarnos, evitando hacerlo cuando hay bandera roja, ya que, las medusas, al ser transparentes , es muy fácil que nos ataquen provocando un intenso picor. Si esto nos ocurre es muy importante no tocar la zona –para que no se extienda el veneno- y lavarla con agua salada siempre evitando entrar en contacto con el lugar afectado ya que pueden quedar tentáculos que nos dañen aún más. El frío también es muy recomendable.

Por el contrario, en el caso de los peces araña viene bien el calor para apaciguar el dolor (que suele ser muy intenso), tal y como explica la Cruz Roja en sus recomendaciones de cara al verano. Además, añade, en estos casos es bueno acudir a algún experto.

Por último están las picaduras de los escorpiones marinos , que suelen estar medio enterrados en la arena, por lo que suelen pinchar los pies. Si esto sucede, lo más recomendable es quitar las púas con pinzas, lavar la herida con agua salada y, por último, meter el pie en agua caliente.