El PSC, en caída libre
Los socialistas también pierden Gerona y Tarragona y retroceden en todos sus feudos
ÀLEX GUBERN
Batacazo histórico del PSC en las elecciones municipales, simbolizado en la pérdida de su capital más importante, Barcelona, que a partir de ahora, y tras 32 años gobernada por la izquierda, va a ser dirigida por un alcalde nacionalista, Xavier Trias (CiU). Pese a que ... en el PSC se llegó incluso a especular en las últimas semanas con una sorpresa en la capital catalana, lo cierto es que la recuperación del candidato Jordi Hereu, palpable desde que se ganó la candidatura en primarias internas, no ha resultado suficiente para impedir la rotunda victoria de Xavier Trias, que al tercer intento ha logrado lo que durante tantos años parecía imposible, arrebatar al PSC el «cap i casal».
El PSC en Barcelona, también en el conjunto de Cataluña, obtiene los peores resultados de su historia (pierde 50.000 votos y se queda sólo tres concejales por delante del PP), pese a lo cual, la posición en la capital es ligeramente más honrosa de lo que podía preverse no hace ni medio año, cuando entonces se anticipaba un cataclismo. Si lo de ayer no lo fue, se le parecía mucho. Con todo, puede decirse que la pérdida de Barcelona es mucho peor para el PSC que para el propio Hereu, quien había explicado que sólo seguiría en la oposición si obtenía un resultado digno. Los once ediles conseguidos ayer se lo deben parecer, ya que aseguró que a partir de ahora «el PSC va a defender su modelo de ciudad pero desde el lugar en el que nos han situado los ciudadanos». Es decir, desde la oposición. Habló en genérico, sin referirse a él en concreto, pero se entendió que seguiría. Por contra, el primer secretario del PSC, José Montilla, anunció que en los próximos días «habrá que tomar decisiones, y algunas van a tener que ser duras», en lo que parece una diferencia de criterio aún por resolver. Montilla asumió sin paliativos la derrota.
Difícilmente los 11 ediles logrados por el PSC permiten hablar de «dulce derrota», como aquella de González frente a Aznar en 1996. No obstante, Jordi Hereu logra un resultado que le permitirán ejercer una oposición relativamente fuerte frente a un Xavier Trias que, con 15, consigue un gran resultado. Necesariamente va a tener que apoyarse en un crecido Alberto Fernández (PP), en un contexto, además, de recortes y probable victoria del PP en las generales de 2012. Hereu, si el PSC le deja, puede decirse que prepara el asalto en 2015.
La pérdida de Barcelona es paralela al importante descenso en las ciudades más importantes de su entorno metropolitano, como en Badalona, donde el PP de García-Albiol gana, o L'Hospitalet o Santa Coloma de Gramanet, donde los socialistas dilapidan mayorías absolutas históricamente consolidadas. Igualmente significativa es la pérdida de Gerona, históricamente siempre gobernada por el PSC, y que ahora, como Barcelona, pasa a manos de CiU, y Tarragona, donde pese a a ganar, una alianza entre CiU y PP les expulsa de la alcaldía.
Con estos resultados, el panorama que se le abre al PSC por delante es ciertamente incierto, desalojado de los principales centros de poder en menos de seis meses —en noviembre perdió la Generalitat, ahora Barcelona— y con la perspectiva de un congreso en otoño que necesariamente va a ser de refundación. La derrota de Jordi Hereu despeja al menos el panorama en cuanto a su persona, ya que su papel e influencia en el congreso de otoño se iban a medir en función del resultado de Barcelona. Así las cosas, a derrota de ayer en el conjunto de Cataluña dibuja con nitidez la crisis de liderazgo que afecta a un partido que ha pasado de todo a nada en menos de medio año.
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