anticonceptivos
Más allá de la píldora
Desde anillos a parches. Los últimos anticonceptivos están pensados a prueba de olvidos y se adaptan a cada mujer
m. de andrés
Hace medio siglo que llegó a España la píldora anticonceptiva, rodeada de polémica y apoyada por la comunidad científica y el público femenino. Desde entonces, la contracepción se ha convertido en una especialidad cada vez más rica y variada, con una amplia oferta de técnicas ... y tratamientos.
«Ahora cuando hablamos de contracepción nos referimos a una disciplina científica en toda regla que, durante muchos años se ha considerado como la hermana pobre de la Ginecología», señala Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación Española de Contracepción (FEC). La llegada de la píldora anticonceptiva a España en la década de los 60 marcó un antes y un después en este ámbito, uno de los que más ha evolucionado en menos tiempo, pese a una legislación que ha sido, en su mayoría, contraria a estos avances.
La píldora anticonceptiva ha llenado páginas y ha sido objeto de infinidad de estudios, por lo que se considera como el método anticonceptivo por antonomasia. Sin embargo, en la actualidad compite con un amplio abanico de técnicas y tratamiento que van de lo más sencillo y tradicional, como el DIU, a lo más moderno y rompedor, como el parche anticonceptivo o el anillo vaginal. En ABC Salud hacemos un repaso por los más demandados para que pueda estar informada de todas las posibilidades a su alcance.
Anticonceptivos orales
Son comprimidos de toma diaria, compuestos de estrógenos y progestágenos cuya posología oscila entre la toma durante 21 o 28 días con una semana de descanso. En su favor tienen la comodidad en su uso, su alta eficacia y la ausencia de efectos secundarios y cuentan con el riesgo de olvido, ya que se trata de una toma diaria.
Parche transdérmico
Es un sistema de liberación controlada de hormonas que consiste en la aplicación de un parche por semana durante tres semanas y una semana de descanso, cuando se presenta la menstruación. El parche, similar a una tirita de 4,5 cm. y menos de 1 cm de grosor debe colocarse en una zona del cuerpo limpia y sin cremas para que no se despegue con facilidad y nunca se debe colocar en la mamas.
Los sitios más adecuados son la nalga o el abdomen. Los especialistas señalan que, al igual que la píldora, se trata de un método anticonceptivo de gran eficacia que además regula el ciclo menstrual. En su contra tiene que implica visitas regulares al especialista y que no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, como hace el preservativo, ya sea femenino o masculino.
Inyecciones
Existe una fórmula de aplicación intramuscular mensual, que actúa de forma similar a como lo hace la píldora. Su eficacia es muy potente y es fácilmente reversible. Su punto débil es que pueden provocar irregularidades en el ciclo menstrual.
El inyectable trimestral: de aplicación intramuscular trimestral y compuesto de una suspensión cristalina de liberación lenta. contiene una única hormona (gestágeno) por lo que funciona de forma similar a como lo hace la mini píldora.
Anillo vaginal
Se trata de un anillo flexible y transparente que la mujer coloca mensualmente y durante tres semanas en el interior de la vagina y que libera una dosis baja de hormonas. El anticonceptivo se retira durante la semana de la menstruación. A diferencia del parche, el uso es controlado por la mujer, por lo que resulta más sencillo y presenta todas las ventajas no anticonceptivas (mejora de la piel, regulación del ciclo menstrual, etc) de los métodos hormonales tópicos. En su contra tiene que puede provocar cambios en el flujo vaginal y el riesgo de expulsión desapercibida.
Minipíldora
Se denominan así a las píldoras de última generación libres de estrógenos. Esta peculiaridad hace que sea el método idóneo para mujeres que toleran mal los efectos secundarios de estas hormonas o que tienen alguna contraindicación médica para su uso. Su eficacia es algo menor que la de la píldora combinada y, al igual que ésta, actúa inhibiendo la ovulación y espesando el moco cervical. Los especialistas afirman que controla peor el ciclo menstrual que las píldoras combinadas y que, en ocasiones, pueden aparecer hemorragias leves.
Implante subcutáneo
Se trata de una pequeña varilla de aproximadamente 4 cm. de longitud que contiene un gestágeno, como hormona única, que va liberándose lentamente produciendo un efecto anticonceptivo prolongado. Se coloca en el antebrazo, debajo de la piel mediante una mínima incisión indolora. Tiene una eficacia muy alta y una duración de entre 3 y 5 años. Sus principales inconvenientes son que puede afectar a la fertilidad y su elevado precio, 160 €.
Ligadura de trompas
«Actualmente, la ligadura de trompas puede hacerse por dos vías: la tradicional, que requiere una intervención quirúrgica en toda regla con anestesia e ingreso y, la más novedosa, que se realiza por medio de histeroscopia a través del útero», señala Esther de la Viuda, presidenta Sociedad Española de Contracepción y ginecólogo adjunto del Hospital Universitario de Guadalajara. «Este último, tiene la ventaja de ser ambulatorio, y no requiere más sedación que el consumo previo a la intervención de un analgésico y un calmante», añade.
El mayor punto en su contra es que ni la fórmula ambulatoria ni la quirúrgica son métodos reversibles.
De emergencia
Pasado un año de la liberalización de su uso en farmacias, sin necesidad de acudir al facultativo para solicitar su dispensación, la denominada «píldora del día después» no es considerada un método anticonceptivo al uso, sino una solución de emergencia en el caso de que haya fallado el primer método. De hecho, los especialistas señalan que su eficacia no es igual que la de los anticonceptivos, con el añadido de que no protege frente a las enfermedades de transmisión sexual.
Hoy por hoy, en España contamos con dos tipos de anticonceptivos de urgencia: los compuestos de levorgestrel que se dispensan libremente hasta 72 horas después de la relación de riesgo y cuya eficacia baja a partir de las primeras 24 horas, y otros en los que el principio activo es el acetato de ulipristal. Estas últimas, que necesitan prescripción médica, tienen una mayor eficacia y se pueden usar en los cinco días siguientes a la relación de riesgo.
«Al año de la generalización de la anticoncepción de emergencia podemos afirmar que, pese a los miedos frente al aumento de contagios o al uso de este método como primera elección, estos augurios no se han cumplido. De hecho, facilitar el acceso a este método ha evitado un gran número de interrupciones voluntarias de embarazo, a la vez que ha servido para que algunas personas que antes no usaban ningún método se `asustaran’ y comenzaran a utilizar uno», señala De la Viuda.
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